Ocho hábitos saludables que podrían alargar tu tiempo de vida
Incorporar movimiento diario como jardinería, escaleras o limpiar casa mejora salud y longevidad, reduciendo riesgos cardíacos y metabólicos

Subir escaleras, por ejemplo, activa grandes grupos musculares, fortalece los cuádriceps y glúteos, y mejora la movilidad de las caderas. Crédito: Dusan Petkovic | Shutterstock
En un mundo donde la actividad física suele asociarse a gimnasios y rutinas intensas, una investigación reciente publicada en el British Medical Journal ofrece un enfoque accesible para mejorar la salud y prolongar la vida.
Según el estudio, actividades cotidianas como cavar en el jardín, pasar la aspiradora o subir escaleras pueden incrementar la esperanza de vida hasta en 11 años. Estas pequeñas acciones actúan como una “inyección de longevidad” al promover beneficios metabólicos, cardiovasculares y musculoesqueléticos.

La investigación se suma a hallazgos anteriores que demuestran el impacto positivo del movimiento incidental, es decir, la actividad física integrada en tareas diarias. Un estudio de 2022 de la Universidad de Sídney destacó que ráfagas de actividad vigorosa durante tareas como limpiar o subir escaleras reducen significativamente el riesgo de muerte prematura, especialmente por enfermedades cardiovasculares. Esto es alentador para quienes enfrentan barreras como lesiones previas o limitaciones físicas, ya que estas actividades no requieren equipo especial ni horarios estrictos.
Clara Kervyn, fisioterapeuta, explica que el movimiento incidental no solo protege el sistema cardiovascular, sino que también mejora el equilibrio y la postura, factores clave para prevenir caídas en edades avanzadas. Subir escaleras, por ejemplo, activa grandes grupos musculares, fortalece los cuádriceps y glúteos, y mejora la movilidad de las caderas. Incluso caminar por escaleras mecánicas, en lugar de permanecer inmóvil, puede contribuir a un mejor flujo sanguíneo y acondicionamiento físico.
Otra actividad efectiva es la jardinería. Movimientos como empujar el cortacésped, arrancar malezas o podar plantas combinan resistencia y flexibilidad. Alternar tareas durante el cuidado del jardín, como levantar objetos pesados y realizar posturas variadas, optimiza el trabajo muscular y minimiza el riesgo de lesiones por esfuerzo repetitivo. Además, se recomienda usar el brazo no dominante para equilibrar el fortalecimiento.
Pequeños cambios en tus rutinas diarias
Pequeños cambios en la rutina diaria también pueden marcar una diferencia. Ir de compras a pie, en lugar de utilizar el automóvil, introduce actividad física de bajo impacto. Caminar hasta una tienda cercana y cargar las bolsas a casa fortalece brazos, hombros y piernas, a la vez que fomenta una conexión activa con el entorno.
Para quienes desean intensificar el ejercicio, reducir el uso del transporte público es una alternativa viable. Según un estudio reciente, caminar al menos 7.000 pasos diarios ya proporciona beneficios significativos para la salud.

Las tareas domésticas, a menudo vistas como una obligación, son otra oportunidad para mejorar la condición física. Mezclar ingredientes en la cocina fortalece los músculos de los hombros y el torso, mientras que limpiar armarios o ventanas requiere movilidad y equilibrio.
Kervyn recomienda convertir estas actividades en pequeños retos físicos, como usar técnicas de sentadillas al recoger ropa o aspirar con movimientos amplios y rápidos para aumentar la frecuencia cardíaca.
Por otro lado, actividades como jugar con niños pequeños pueden ser una forma divertida de mantenerse en forma. Levantarse y sentarse desde el suelo, o agacharse a su altura, no solo fortalece músculos clave, sino que también mejora la agilidad mental y reduce el estrés. Estas interacciones ayudan a mantener una conexión social activa, esencial para el bienestar emocional.
Hannah Verdier, entrenadora personal, resalta la importancia de la constancia. “No necesitas correr maratones o hacer sesiones de entrenamiento agotadoras para estar saludable”, afirma. Incrementar gradualmente el nivel de actividad diaria es una meta alcanzable para cualquier persona. Incluso movimientos tan simples como levantarse de la silla cada 30 minutos pueden activar músculos importantes y mejorar el control postural.
Las actividades cotidianas pueden transformarse en una herramienta poderosa para mejorar la calidad de vida, prolongar la longevidad y reducir los riesgos de enfermedades graves.
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