Antidepresivos se asocian a un deterioro cognitivo más rápido
Un estudio sugiere que los antidepresivos pueden acelerar el deterioro cognitivo en personas con demencia, aunque algunos fármacos son menos nocivos que otros.
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El hallazgo abre la puerta al desarrollo de medicamentos que puedan imitar el mecanismo de la ketamina y ofrecer tratamientos antidepresivos. Crédito: fizkes | Shutterstock
Una investigación reciente ha puesto en evidencia que el uso de antidepresivos en pacientes con demencia podría estar acelerando el deterioro cognitivo, un hallazgo que podría cambiar la forma en que se trata la depresión en este grupo vulnerable. Publicado en BMC Medicine, el estudio titulado “Uso de antidepresivos y deterioro cognitivo en pacientes con demencia: un estudio de cohorte nacional”, analizó datos de más de 18.000 pacientes y encontró que aquellos que recibían tratamiento con antidepresivos mostraban un deterioro cognitivo más pronunciado en comparación con quienes no tomaban esta medicación.
El uso de antidepresivos en personas con demencia es común, ya que estos fármacos ayudan a mitigar síntomas como la ansiedad, la depresión, la agresividad y los trastornos del sueño. Sin embargo, los investigadores del Instituto Karolinska y del Hospital Universitario Sahlgrenska de Gotemburgo han observado que su impacto en la progresión de la enfermedad podría ser más significativo de lo que se pensaba. A través del análisis de datos del Registro Sueco de Demencia (SveDem), los científicos identificaron que un 23% de los 18.740 pacientes incluidos en el estudio recibían antidepresivos. Durante el período de observación, se registraron 11.912 prescripciones de estos fármacos, con los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) representando el 65% del total.
La investigadora Sara García Ptacek, del Departamento de Neurobiología, Ciencias de la Salud y Sociedad del Instituto Karolinska, destaca la importancia de tratar los síntomas depresivos en personas con demencia, dado que la depresión en sí misma puede afectar la calidad de vida y agravar el deterioro cognitivo. Sin embargo, los resultados obtenidos sugieren que los médicos deben evaluar cuidadosamente qué antidepresivos prescriben a estos pacientes, ya que no todos los fármacos parecen tener el mismo nivel de impacto en la cognición.
Uno de los hallazgos más relevantes del estudio es la diferencia en los efectos de distintos antidepresivos sobre el deterioro cognitivo. Entre los ISRS, el escitalopram se asoció con la progresión más rápida del deterioro, seguido por el citalopram y la sertralina. Por otro lado, la mirtazapina, un antidepresivo con un mecanismo de acción distinto, mostró un impacto menos negativo en la cognición en comparación con el escitalopram. Estos resultados abren la puerta a la posibilidad de ajustar los tratamientos farmacológicos en función de las características individuales de los pacientes, minimizando así los riesgos asociados.
A pesar de los datos obtenidos, los investigadores subrayan que aún no es posible determinar con certeza si el deterioro cognitivo es causado directamente por los antidepresivos o si estos reflejan una progresión más rápida de la enfermedad en personas con síntomas depresivos. Para abordar esta cuestión, los científicos planean realizar estudios adicionales que permitan identificar si ciertos subgrupos de pacientes con demencia, en función del tipo de enfermedad o de biomarcadores específicos, responden de manera diferente a los antidepresivos. Este enfoque podría facilitar el desarrollo de estrategias de tratamiento más personalizadas y seguras.
La importancia de estos hallazgos radica en la necesidad de equilibrar el manejo de la salud mental en personas con demencia sin comprometer su función cognitiva. El uso de antidepresivos en este contexto es una práctica extendida, pero los nuevos datos sugieren que podría ser necesario reconsiderar su papel y optar por estrategias alternativas o por una selección más cuidadosa de los fármacos. Con una población envejecida en constante crecimiento y un aumento en la prevalencia de la demencia, estos resultados son de gran relevancia para la comunidad médica y los responsables de diseñar políticas de salud.
El próximo paso en esta línea de investigación será profundizar en la relación entre los distintos antidepresivos y el deterioro cognitivo en personas con demencia, con el objetivo de encontrar enfoques terapéuticos más seguros y eficaces. La búsqueda de tratamientos personalizados se ha convertido en una prioridad en la medicina moderna, y este estudio representa un avance significativo en la comprensión de cómo el tratamiento de la depresión puede influir en la evolución de la demencia.
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