Trump asegura que Tim Walz está “chiflado” y se niega a establecer contacto con él
El presidente anticipa lo que será una tortuosa relación con el demócrata que soñaba con acompañar a Kamala Harris en la Casa Blanca

Donald Trump estará pendiente de lo que ocurra en Minnesota, pero sin hablar con su gobernador. Crédito: Alex Brandon | AP
El presidente Donald Trump afirmó que Timothy James Walz, gobernador de Minnesota, está “chiflado” y por ello se niega a establecer contacto con él para abordar los temas ligados al asesinato de Melissa Anne Hortman, exlíder demócrata de la Cámara de Representantes en la Legislatura estatal, y sobre el atentado que, horas después, sufrió el senador John Hoffman.
Durante la madrugada del sábado, un sicario ingresó a la vivienda de Melissa Hortman para ejecutarla con un arma de fuego y al ver que estaba acompañada de su esposo también lo asesinó en Brooklyn Park.
Un par de horas después, el senador estatal John Hoffman y su esposa fueron baleados en su vivienda con sede en Champlin.
Las autoridades detuvieron a Vance Luther Boelter como presunto sospechoso de ambos incidentes.
Mientras tanto, desde la Casa Blanca, Donald Trump se ha mantenido atento al desarrollo de los acontecimientos, pero renuente a entablar comunicación con el gobernador Tim Walz, en gran parte debido a que el demócrata no ha dejado de atacarlo desde que su posibilidad de convertirse en vicepresidente se esfumó.
Recientemente, ante el grupo de representantes de los medios informativos que lo acompañaban en el avión presidencial para asistir a la cumbre del G7, el republicano de 79 años describió al mandatario de Minnesota como un personaje con quien no desea dialogar.
“Creo que el gobernador de Minnesota está completamente loco. No voy a llamarlo. ¿Por qué iba a llamarlo? El tipo no tiene ni idea. Es un desastre. Así que, ya sabes, podría ser amable y llamar, pero ¿para qué perder el tiempo?”, indicó.

Hasta el momento, la oficina de Tim Walz no ha emitido ninguna declaración con respecto a los comentarios del presidente, pero se proyecta que la relación entre ambos se tensará más, sobre todo porque desde la carrera en busca de la presidencia el demócrata describió al magnate neoyorquino como un personaje “extraño” y después lo llamó desquiciado.
“Está cayendo en picada, desquiciado. Lo que me preocupa son sus comentarios, algunos de los cuales son tan extraños que cuesta imaginarlos, son peligrosos”, mencionó en octubre.
Luego de las órdenes ejecutivas firmadas para detener a los inmigrantes carentes de estatus legal, el gobernador de Minnesota le asignó a Trump el término de tirado, lo cual enrareció todavía más la relación entre ambos.
“Así se ve el desmoronamiento del Estado de derecho en tiempo real. Y es exactamente lo que temían los fundadores de esta nación: un tirano que abusa del poder para perseguir a chivos expiatorios y enemigos”, externó.
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