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Ronda Política: Tres años después del escándalo del audio

Los tres concejales que los reemplazaron no han dado los resultados esperados

El exconcejal Gil Cedillo a tres años del escándalo del audio. (Araceli Martínez/La Opinión)

El exconcejal Gil Cedillo a tres años del escándalo del audio. (Araceli Martínez/La Opinión) Crédito: Araceli Martínez Ortega | Impremedia

Tres años después del escándalo de octubre de 2022 en relación al audio en que el tres concejales y un líder sindical fueron grabados en una conversación privada haciendo pronunciamientos de tipo racista, dónde están los principales personajes involucrados.

De Nury Martínez, la presidenta del Concejo de Los Ángeles que se vio forzada a renunciar de la noche a la mañana, lo único que sabemos es que sigue viviendo en el Valle de San Fernando; y algunos dicen que eventualmente encontrará colocación como consultora política; Ron Herrera quien era el presidente de la Federación del Trabajo del condado de Los Ángeles, se retiró tras el incidente; el exconcejal Gil Cedillo trabaja como asesor de las clínicas de salud AltaMed y del exconcejal Kevin de León, se conoce que colabora con una empresa de mucho renombre y peso económico con sede en el Sillicon Valley.

La Ciudad perdió a tres grandes líderes de un sopetón. Fueron reemplazados por Imelda Padilla, Eunisses Hernández e Ysabel Jurado.

Si bien las nuevos concejales latinos ganaron por las buenas en las urnas, ninguno de ellos tiene el carisma, el arrojo y la estamina de Martínez, De León y Cedillo. Dejando a un lado el error cometido, en su momento, fueron muy buenos líderes, reconocidos incluso a nivel internacional.

Con excepción de la concejal Mónica Rodríguez, Padilla, Eunisses y Soto-Martínez nos están quedando a mucho a deber como concejales, ya que hasta ahora han dado muy pocos resultados.

Le sale retador

Mientras que la concejal Eunisses Hernández tienen como cuatro retadores que tratarán de desbancarla el año que entra cuando busque su primera reelección al cargo, a su colega socialista demócrata, Hugo Soto-Martínez le acaba de salir un contrincante, y lo tiene muy cerca.

Nada menos que su vecino Colter Carlisle, vicepresidente de Consejo Vecinal East Hollywood quiere sacarlo del cargo. Y no solo viven en el mismo complejo habitacional, sino que Colter votó por Soto-Martínez para que fuera concejal en el 2022. Difícil de creer. Sin embargo, las posturas del concejal en el tema de vivienda en cuanto a un mayor acceso, lo animaron, dice, a desafiar a su vecino.

Pero qué embarazoso debe ser cuando se topen en la lavandería a la hora de ir a lavar sus trapos sucios.

Bajo fuego

El comisionado de seguros de California, Ricardo Lara se encuentra bajo fuego, debido a que la Comisión de Prácticas Justas investiga sus lujosos viajes por el mundo, los que incluyeron hasta un Safari por África. El gusto por recorrer el mundo a costillas de los contribuyentes, argumentando razones de trabajo, fue hecho público en una investigación de la cadena de televisión ABC de San Francisco. 

Lara ha hecho 48 viajes a lo largo del globo terráqueo desde que asumió el cargo en 2019, pero por qué el angelino no se esperó para hacer sus travesías por el mundo, una vez terminada su responsabilidad. Se metió hasta el fondo de la boca de león, sin necesidad.

No pisará la cárcel

Una ridiculez total la sentencia que le dieron al exvicealcalde de Los Ángeles en el tema de seguridad, Brian K. Williams. Fue sentenciado a un año de libertad condicional por los delitos graves de hacer una amenaza falsa de una bomba en el Ayuntamiento el año pasado. Deberá pagar $5,000 de multa y hacer 50 horas de servicio comunitario.

Ante la posibilidad de pasar diez años tras las rejas de una prisión federal, Williams firmó un acuerdo el pasado mes de mayo en el que admitió haber hecho la amenaza de bomba mientras estaba en su trabajo como vicealcalde de la alcaldesa Bass. Atribuyó su desatinada y peligrosa acción a que tenía los nervios muy alterados.

Cualquiera que haya sido la causa que lo llevó a hacer una amenaza terrorista en su lugar de trabajo, la sentencia está de risa; y si que le tocó un juez con una incomprensible empatía.

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