¿No quieres tener niños obesos?: debes tener cuidado desde la misma preconcepción hasta los dos primeros años
Se estima que para 2035 más de 750 millones de niños de entre 5 y 19 años vivirán con sobrepeso u obesidad
La obesidad en niños y adultos se puede prevenir durante los primeros 1000 días de vida. Crédito: Pixel-Shot | Shutterstock
Siempre se ha tenido como imagen de un bebé saludable que sea rozagante y de buena talla, pero que no pase los umbrales de gordura. Esto hay que cuidarlo, ya que la obesidad infantil sigue siendo un importante reto de salud pública mundial, que conlleva considerables consecuencias adversas para la salud a corto y largo plazo e impone costes sociales sustanciales.
Así lo aprecia una revisión europea publicada en Pediatric Obesity que resalta la necesidad de prevenir la obesidad infantil desde la etapa preconcepcional. El Consorcio EndObesity identificó factores de riesgo y comportamientos modificables que afectan la salud infantil, destacando la relevancia de la salud parental.
El estudio destaca como vital la observación del bebé en los primeros 1000 días de vida, período clave para trazar estrategias de prevención de la obesidad.
Deficiencia en los enfoques
Los investigadores señalaron que las intervenciones actuales suelen enfocarse solo en las madres y comienzan demasiado tarde. Un análisis de intervenciones prenatales muestra que no han tenido un efecto significativo en el peso infantil, lo que resalta la urgencia de ajustes en las estrategias de prevención.
De allí que la revisión analizó inicialmente datos observacionales y de intervención de 12 estudios en curso en toda Europa, realizados por seis socios del consorcio, aprovechando datos armonizados de múltiples cohortes de nacimiento a gran escala. Asimismo, se identificaron estudios de intervención existentes, se evaluaron su relevancia para la intervención y los resultados, y se revisaron sistemáticamente para dilucidar los beneficios y las limitaciones de las intervenciones convencionales para la reducción de la obesidad.
Niños obesos
Según el Atlas Mundial de Obesidad 2024, se estima que para 2035 más de 750 millones de niños de entre 5 y 19 años vivirán con sobrepeso u obesidad. Estas consecuencias pueden ser graves y duraderas, ya que por ende incidirá en mayores tasas de obesidad en adultos, en enfermedades cardiovasculares e incluso mortalidad prematura por causas endógenas.
Apuntan que más del 60% de los niños con sobrepeso u obesidad siguen viviendo con sobrepeso u obesidad como adultos, lo que aumenta significativamente su riesgo de hipertensión, diabetes tipo 2, enfermedad de la arteria coronaria y mortalidad prematura.
Un bebé se considera obeso cuando su peso es un 20% superior al peso ideal según las tablas de percentiles, o cuando su peso para la estatura supera tres desviaciones estándar por encima de la mediana establecida en los patrones de crecimiento infantil de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Para los niños menores de 5 años, incluyendo bebés, la obesidad se diagnostica cuando el peso para la estatura supera significativamente estos parámetros. En bebés menores de 2 años, los médicos utilizan las tablas de peso por altura, donde un peso por encima del percentil 95 indica sobrepeso u obesidad. Esto implica que el bebé pesa mucho más de lo esperado para su edad y estatura, lo cual puede afectar su salud a corto y largo plazo.
Por lo tanto, la obesidad en un bebé no se define solo por un número fijo, sino por comparaciones con tablas estándar de crecimiento basadas en percentiles y desviaciones estándares respecto al peso esperado para su edad y estatura.
Factores clave en la prevención
El estudio indica que tanto la salud materna como la paterna influyen en el riesgo de obesidad infantil. Pocos padres cumplen con estándares de vida saludable durante el embarazo, y las familias de menor nivel socioeconómico enfrentan mayores barreras para adoptar hábitos saludables.
Estos factores de estilo de vida adversos son modificables, de allí la importancia de que se detecten a tiempo. Los mismos incluyen comportamientos relacionados con la salud, como la dieta, la actividad física, el sueño, el manejo del estrés y el uso de sustancias.
Recomendaciones
El informe propone un cambio estratégico en las intervenciones, sugiriendo la necesidad de tools dinámicos de predicción para identificar familias en riesgo. Además, llama a la implementación de políticas sociales que fomenten accesos a elecciones de vida saludables para todos, rompiendo así el ciclo intergeneracional de la obesidad.
También te puede interesar: