Oposición en México opta por la violencia como última carta
La marcha de la generación Z en la capital mexicana, un esfuerzo más de la derecha para no desaparecer
El Bloque Negro llegó con cadenas, martillos, machetes, antorchas de fuego y piedras a marchar por la paz. Crédito: AP
La marcha de la generación Z en Ciudad de México se supone que sería de jóvenes, apartidista, por la paz y no violenta, pero resultó ser de la mayoría de personas de 30 años, de la oposición política (PRI, PAN, MC), muy violenta y que dejó un saldo de 100 policías lesionados, 40 detenidos, muchos de ellos generadores de violencia.
La marcha de la generación Z en la Ciudad de México se presentó como una convocatoria juvenil, apartidista, pacífica y no violenta. Sin embargo, terminó integrada en su mayoría por personas de alrededor de 30 años, vinculadas a partidos de oposición (PRI, PAN, MC), y derivó en graves actos de violencia que dejaron un saldo de 100 policías lesionados y 40 detenidos, varios de ellos identificados como generadores de disturbios.
No es sorpresa ya que muchos de los que convocaron a la marcha fueron 8 millones de robots (usuarios falsos contratados para promover la marcha), utilizados también para promover la candidatura de Xóchitl Gálvez (PRIAN) y las manifestaciones de la Marea Rosa (PRIAN y Claudio X González) , “Por la defensa del Poder Judicial” y la del “INE no se toca”.
Esta información la había dado a conocer el periodista Salvador Frausto en el canal de Astillero Informa, días previos a la marcha.
“Se trata de causas opositoras disfrazadas de una supuesta marcha convocada por jóvenes menores de 28 años —dijo el periodista—. Sin embargo, el análisis de redes sociales realizado con herramientas de inteligencia artificial en Milenio mostró que todo fue un montaje digital diseñado para generar la impresión de que los muchachos estaban indignados y exigían la revocación de mandato de Claudia Sheinbaum”.
Es importante recordar que, ante el casi 80% de aprobación de la presidenta Claudia Sheinbaum y los bajos números del PAN —un partido que incluso algunos analistas consideran al borde de la desaparición—, su dirigente Jorge Romero declaró en un programa de radio, varias semanas antes de la marcha, que lo único que les quedaba era optar por la violencia. De hecho, parte de la promoción y de las consignas de los grupos que impulsaron la manifestación incluía la idea de incendiar Palacio Nacional, citando el caso de Nepal, donde se quemaron edificios federales para forzar la renuncia de autoridades.
Llama la atención que en la marcha había grupos de oración dándole la bendición a los del Bloque Negro, mientras otros atacaban a las autoridades con petardos, cohetones, piedras, martillos, antorchas de fuego, machetes y cadenas. Incluso, La Jornada reportó que algunos grupos de manifestantes que gritaban “queremos paz” también celebraban el violento acoso a la Catedral y a Palacio Nacional por parte del grupo que llegó a violentar una marcha que sí, había sido pacífica las primeras horas.
Otra cosa que llamó la atención fue la misoginia y racismo de los ataques verbales a la presidenta Sheinbaum, incluso por las mismas mujeres, algunas empleadas del magnate de Televisión Azteca que no quiere pagar impuestos, y que recientemente se declaró de ultraderecha; además de impulsar la marcha.
Aclaramos que la gran mayoría de los presentes, incluyendo un porcentaje no muy grande de la generación Z también participaron pacíficamente y tenían sus demandas como un alto a la violencia y justicia por el recién asesinado alcalde de Uruapan, Carlos Manzo.
No obstante muchos jóvenes de la generación Z que inicialmente convocaron a la marcha en forma genuina y honesta, después se deslindaron al saber que el movimiento había sido secuestrado por organizaciones, un magnate que no quiere pagar impuestos y partidos políticos de oposición.
El mensaje principal era mostrar a Estados Unidos que México es gobernado por el narco y que en lugar de combatirlos, las autoridades combaten y reprimen al pueblo.
Cabe mencionar que los policías, quienes solo portaron escudo, casco, rodilleras, coderas y algunos extintores para evitar conatos de incendio, no actuaron hasta que decenas de miembros del Bloque Negro derribaron la valla metálica que aguardaba el Palacio Nacional. Fue ahí cuando los policías empezaron a contener la violencia.
Mientras tanto, muchos de los que convocaron a la marcha desde sus redes sociales (X) monitoreaban y describían con falsedades lo que pasaba en la plancha del Zócalo.
Ricardo Salinas Pliego: “Represión, violencia y amenazas en contra de la gente que sólo está haciendo su trabajo”.
Al mismo tiempo el joven diputado federal del PRI Carlos Mancilla, presidente de la Comisión de la Juventud y el mismo que golpeo en el precinto al expresidente del Senado Gerardo Noroña, de 65 años de edad, escribió en X:
Carlos GM: ¡Nos están reportando presunta presencia de francotiradores en Palacio Nacional y están masacrando a los jóvenes a golpes! Fuera narco gobierno, Morena ya se va. Pueblo unido.
Momentos después Alex Jones, un personaje de ultraderecha en Estados Unidos (vetado de la televisión por mentir), empezó a darle vuelo a la noticia de la supuesta represión que vivían los mexicanos.
Real Alex Jones: El gobierno mexicano está al borde del colapso. ¡México se ha rebelado contra el presidente comunista respaldado por China! ¡Batalla en la Ciudad de México! En la plaza principal, el Zócalo, los patriotas se enfrentan a la policía que protege el Palacio Presidencial. Los oficiales lanzan gases lacrimógenos y balas. México se levanta contra Sheinbaum…
El mismo Donald Trump dijo que México era un problema porque no se ha sometido a los deseos de Estados Unidos, incluyendo permitirle entrar a México y el apoyo a la invasión que quiere hacer contra Venezuela, entre otros temas.
La violencia y la consigna era tal, que hasta algunos grupos que aparentemente no eran los violentos, se fueron contra una joven de la generación Z, quien en una esquina se plantó con un cartel que decía: “La generación Z no son ancianos de derecha”.
Además, la joven le dijo al reportero de El Universal, un diario no afín a la 4T, que la marcha era una farsa porque la mayoría de la gente era panista, mismos que la ofendieron y la empujaron.
Juan José Gutiérrez es el director ejecutivo de la Coalición Derechos Plenos para los Inmigrantes.