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Cómo cambiar de fórmula para bebé de forma segura

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Cambiar de fórmula puede ser estresante, pero aquí tienes algunos consejos para que la transición sea más fácil.

Ya sea que cambies la fórmula de tu bebé de manera gradual o rápida, ambas opciones son seguras. La elección dependerá del motivo del cambio, dicen los expertos.

By Jessica D’Argenio Waller, MS, CNS, LDN, CPST

Cambiar la fórmula de tu bebé de una marca a otra, ya sea por un retiro del mercado, escasez, precio, intolerancia o alergia, puede ser estresante. El sistema digestivo de los bebés, aún en desarrollo, puede parecer delicado y más sensible a los cambios bruscos. Sin embargo, la mayoría de los bebés toleran bien el cambio entre distintas marcas de fórmula cuando es necesario, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.

En cuanto a si debes hacer el cambio de manera gradual o inmediata, ambas opciones son seguras, y la elección puede depender de las circunstancias. “Cuando un bebé está sano, lo ideal es cambiar la fórmula de manera gradual para que los intestinos del bebé tengan tiempo de adaptarse a un nuevo alimento”, dice la doctora Bridget E. Young, PhD, profesora asociada de pediatría en la Escuela de Medicina y Odontología de la Universidad de Rochester, y fundadora de babyformulaexpert.com. Sin embargo, en algunos casos es necesario cambiar la fórmula de inmediato. Por ejemplo, si la de tu bebé fue retirada del mercado —como ocurrió con la fórmula ByHeart— o si sospechas que tiene una alergia. En estas situaciones, el cambio inmediato es la opción más segura.

Ya sea que cambies la fórmula poco a poco o de un solo golpe, hay algunas señales y síntomas a los que debes prestar atención para ver cómo tu bebé digiere la nueva fórmula, además de consejos para que la transición sea lo más sencilla posible. Esto es lo que debes saber sobre cómo elegir la próxima fórmula para tu bebé y cómo ayudarle a que se adapte a ella. 

Qué debes saber si tienes que cambiar la fórmula de tu bebé

Si estás pensando en cambiar a una nueva fórmula para tu bebé, es bueno saber que todas las fórmulas para bebé que se venden en Estados Unidos están estrictamente reguladas y deben cumplir con rigurosos requisitos de seguridad y nutrición establecidos por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA). Los retiros del mercado pueden ocurrir, pero suelen ser poco frecuentes.

Cada fórmula también debe demostrar, a través de un estudio clínico, que ayuda al “crecimiento normal del bebé” y debe proporcionar los carbohidratos, grasas, proteínas, vitaminas y minerales necesarios que un bebé que nació a término necesita durante su primer año de vida, considerando que a partir de los seis meses se incorpora la alimentación sólida. Todas las fórmulas deben cumplir con estrictos estándares de nutrición para asegurar que contienen todos los nutrientes necesarios para el desarrollo saludable de tu bebé. Para ayudarte a elegir la mejor opción, esto es lo que debes saber.

Si cambias de fórmula debido a un retiro del mercado o escasez: Comienza por buscar macronutrientes similares.

Si tu bebé estaba bien con su fórmula anterior y buscas un reemplazo similar debido al precio, disponibilidad o un retiro del mercado, lo mejor es intentar que los ingredientes principales de la nueva fórmula sean similares a los de la anterior. Al menos el 98% de lo que contiene la fórmula son macronutrientes (carbohidratos, grasas y proteínas), explica Young. Estas son las principales fuentes de calorías que tu bebé necesita y, además, es donde suelen encontrarse las mayores diferencias entre fórmulas.

Los micronutrientes (vitaminas y minerales, cuyos niveles mínimos y/o máximos en la fórmula son regulados por la FDA) representan el otro 2%, junto con cualquier otro ingrediente adicional que se incluye para imitar la leche materna, lo que Young llama “extras sexys”. Estos ingredientes, como DHA, prebióticos, probióticos y nucleótidos, no son requeridos y generalmente cuentan con menos evidencia científica que respalde su uso en la fórmula para bebés. Puedes leer más sobre estos ingredientes en nuestra guía de compra de fórmulas para bebé.

“Busca una nueva fórmula que tenga las mismas fuentes de proteína y carbohidrato que tu fórmula anterior”, dice Young. “La manera más fácil para hacerlo es intentar que los primeros ingredientes de tu fórmula anterior coincidan con los de la formula nueva.” Por ejemplo, si la fórmula que estás usando tiene lactosa y proteína de suero como ingredientes principales, busca otra que también los tenga al inicio de su etiqueta nutricional. Elegir una fórmula con una base similar puede facilitar una transición más suave para tu bebé.

Si vas a cambiar la fórmula por un problema digestivo: comienza cambiando el tipo de proteína

Si tu bebé tiene problemas para tolerar la fórmula anterior, cambiar la fuente de proteína (por ejemplo, pasar de una base de leche de vaca a una base de leche de cabra) o el tipo de proteína (como probar proteínas parcialmente hidrolizadas) puede ayudar. Enfócate en la proteína más que en los carbohidratos, ya que existe la idea equivocada de que los bebés no pueden digerir la lactosa; la mayoría de los bebés nacen con la capacidad de digerir este tipo de azúcar de la leche, que es la principal fuente de carbohidratos en la leche materna. “La intolerancia a la lactosa en adultos es común, pero extremadamente rara en los bebés”, dice Young.

Antes de cambiar de fórmula, consulta con tu pediatra para que te de una recomendación y pregúntale sobre la posibilidad de probar una fórmula para bebe parcialmente hidrolizada, que contiene proteínas parcialmente descompuestas y que pueden ser más fáciles de dirigir para los bebés. Young dice que las investigaciones muestran que este tipo de fórmula puede ser beneficiosa especialmente si tu bebé tiene eczema. “Sin embargo, no se recomienda de forma universal, ya que la mayoría de los bebés digieren perfectamente las fórmulas normales hechas con proteínas intactas”, agrega.

Las fórmulas a base de leche de cabra están ganando popularidad como alternativa a las fórmulas a base de leche de vaca, ya que tienen un tipo de proteína diferente lo que puede resultar mejor para algunos bebés. Pero hay que tener en cuenta que la fórmula de leche de cabra generalmente no es una buena alternativa para los bebés diagnosticados con alergia a la proteína de la leche de vaca, ya que las proteínas de la leche de cabra son muy similares a las de la vaca. Habla con tu pediatra sobre las opciones de fórmula que sean seguras para bebés con alergia a la proteína de la leche de vaca (CMPA).

Las fórmulas a base de soya pueden recomendarse para bebés con alergia a las proteínas de la leche animal, pero habla con tu pediatra para ver si es la mejor opción para tu pequeño. Tu pediatra es tu mejor aliado para resolver cualquier duda sobre la alimentación y nutrición de tu bebé.

Si vas a cambiar de fórmula porque la tuya ya no accesible con tu presupuesto: considera una fórmula de marca propia de la tienda

En realidad, las fórmulas para bebé de marca reconocida y las de marca propia de la tienda no son tan diferentes en cuanto a ingredientes, y elegir una marca propia puede ahorrarte dinero. Muchas de estas fórmulas de marca de la tienda son fabricadas por el mismo productor, Perrigo, y todas cumplen con los mismos estándares. Además, las marcas propias suelen ser iguales entre tiendas, explica Young. “Esto significa que la fórmula ‘Gentle’ de una tienda es exactamente la misma que la fórmula ‘Gentle’ de otra tienda”, así que puedes comparar entre tiendas para encontrar el mejor precio.

Consulta las fórmulas que obtuvieron las mejores calificaciones, incluyendo varias marcas de la tienda, en las pruebas de CR sobre contaminantes en fórmulas para bebé.

5 consejos para cambiar la fórmula de tu bebé

¿Lista para el cambio? Aquí tienes algunos consejos para que la transición sea más fácil.

1) No es necesario hacer una  transición gradual

No es necesario cambiar la fórmula poco a poco, y a veces ni siquiera tienes esa opción, especialmente si hay una alerta de retiro de la fórmula que estás usando o si tu bebé muestra señales de alergia o intolerancia (más sobre esto abajo).

Si debes cambiar de manera abrupta, está perfectamente bien darle la nueva fórmula a tu bebé de inmediato. Como alternativa, puedes empezar mezclando un poco de la nueva fórmula con la que tu bebé ya estaba tomando, lo que ayuda a que su sistema digestivo se vaya acostumbrando poco a poco a la nueva fórmula, dice Young.

“No hay forma correcta o incorrecta de hacerlo”, dice Young. Por lo general, recomiendo que si tu bebé se alimenta exclusivamente con fórmula, la transición puede ser más gradual cuando mezclas [un poco de la fórmula anterior con la nueva].” Young explica que se debe mezclar la fórmula ya preparada, no el polvo: “Prepara los biberones por separado y luego combina la cantidad final”, dice. Puedes comenzar con 75% de la fórmula anterior y 25% de la nueva, e ir aumentando poco a poco la proporción de la nueva fórmula durante varios días.

2) Puedes comenzar la nueva fórmula en cualquier toma

No hay un momento del día “perfecto” para comenzar con la fórmula nueva; puedes hacerlo cuando sea mejor para tu familia. “No hay un momento malo para empezar con la nueva fórmula, así que no te preocupes por eso”, dice Young. Aun así, puede ayudar elegir un momento del día en que tu bebé tenga hambre pero esté calmado antes de darle la nueva fórmula. Para muchos, ese momento es la primera toma de la mañana.

Una ventaja adicional de ofrecer la nueva fórmula en la primera toma del día es que empezar temprano puede ayudar a detectar cualquier posible reacción. “De esta manera, si aparece, no será en medio de la noche”, explica Young.

Pero como no hay un momento correcto o incorrecto para comenzar, puedes iniciar la nueva fórmula en cualquier toma. “No te preocupes. Si [los padres] prefieren empezar cuando llegan a casa del trabajo porque son ellos quienes están con el bebé y no otra persona, ¡perfecto! Está totalmente bien”, añade Young.

3) Observa la digestión de tu bebé

Siempre que introduzcas una nueva fórmula o alimento, es importante observar la digestión de tu bebé durante unos 10 días para detectar cualquier cambio que indique cómo lo está asimilando.

Una fórmula nueva puede provocar más gases o que el bebé devuelva la leche, así como heces más blandas o más duras, o un cambio en su color u olor. Algunos gases, vómitos leves y cambios ligeros en las heces son normales durante la primera semana después del cambio de fórmula, pero señales preocupantes como vómitos fuertes o sangre en las heces podrían indicar intolerancia a la fórmula o una alergia, y deben ser evaluadas por tu pediatra (más síntomas a observar se detallan más abajo)

“Muchas veces les digo a los padres que lleven un diario con los síntomas”, dice Young, quien recomienda tomar fotos de cualquier sarpullido que notes o cuando el bebé devuelve la leche si es algo que te preocupa. “Al final del día, califica como te fue”, dice. “Puede ser una escala del 1 al 5, donde 5 significa ‘pasamos la noche en vela’ y 1 ‘tuvimos el mejor día de todos’”. Así, a lo largo de la semana, es más fácil identificar cambios graduales en los síntomas o en la tolerancia, y además tendrás información concreta para compartir con tu pediatra si es necesario.

4) Mantén las demás rutinas constantes

Para ayudar a que tu bebé experimente menos cambios, procura mantener lo más posible sus rutinas de alimentación, siestas y sueño. Si introduces otras cosas al mismo tiempo que cambias la fórmula, puede ser difícil identificar la causa real de cualquier problema que surja. ¿Tu bebé llora más porque está cansado o por otra razón? Mantener la rutina lo más constante posible te ayudará a descartar otras posibles causas por la que este mostrando nuevos signos o síntomas. 

5) Ten paciencia.

Es posible que tu bebé no acepte de inmediato su fórmula nueva, lo cual es completamente normal. Procura tener paciencia y sigue ofreciéndosela, ya que la aceptación de una nueva fórmula puede ser un proceso lento. “Aquí es cuando empezar despacio y de manera gradual puede ayudar, sobre todo si hay una diferencia grande de sabor”, explica Young, como cuando se pasa de una fórmula a base de leche de vaca a una de leche de cabra. Pero, si estás lidiando con un retiro del mercado o una alergia, y no tienes la opción de hacer un cambio gradual, habla con tu pediatra para que te dé más consejos sobre cómo ayudar a que tu bebé acepte su nueva fórmula.

Síntomas de intolerancia que debes vigilar cuando cambias la fórmula de tu bebé

Si tu bebé tiene dificultad para digerir la fórmula, podría presentar algunas de estas señales:

•Llanto excesivo o irritabilidad después de comer
•Heces sueltas o líquidas
•Eczema o sarpullidos
•Silbidos o dificultad para respirar
•Cansancio inusual o fatiga extrema
•Debilidad
•Vómitos fuertes
•Sangre en las heces, que puede verse roja o con partículas negras

Observa cualquier cambio de ánimo o síntoma que no sea normal en tu bebé. Cualquier cosa fuera de lo común debe comentarse con tu pediatra, quien podrá orientarte sobre los pasos a seguir. “Siempre que te preocupe un síntoma, o incluso si no estás seguro de que algo es un síntoma, llama a tu médico”, dice Young. “¡Recuerda que tu pediatra está para ayudarte y quiere saber de ti!”

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