Cártel mexicano se expande a Costa Rica y China
Los Caballeros Templarios expanden su imperio a Costa Rica y China, mientras México afirma que los está sometiendo
CIUDAD DE MÉXICO.– La policía de Costa Rica detuvo en junio pasado a dos supuestos miembros de Los Caballeros Templarios en su país. Los mexicanos Alvarado Carrillo eran enlaces directos del cártel.
“Procedimos con la detención del grupo, por cuanto teníamos noticia de que los mexicanos y líderes de esta organización se encontraban en Costa Rica”, declaró el subdirector interino del Organismos de Investigación Judicial (OIJ), Gustavo Mata.
La captura de los Templarios en el país centroamericano demostró que la organización criminal se está expandiendo no sólo en el territorio mexicano, sino que ahora tiene presencia también en Costa Rica y China, en este último país, a través de la industria de la minería.
Y contrario a lo que las autoridades de México presumen sobre el control que tienen en Michoacán, el cártel parece estar creciendo.
El pasado miércoles, el organismo de seguridad nacional de Costa Rica presentó el “Informe de Situación Costa Rica 2013: Tráfico de drogas y amenaza del crimen organizado en Costa Rica”, donde reveló que la organización mexicana de Los Caballeros Templarios tiene presencia en esa nación.
El documento destaca que aunque Costa Rica sobresale por su cuantiosa incautación de drogas, la penetración del narcotráfico es grave debido a que es un punto estratégico del tránsito de cocaína de Colombia a Estados Unidos y México.
“Hemos tenido presencia muy fuerte de los cárteles mexicanos en Costa Rica, como ha sido el caso de Los Caballeros Templarios y de Sinaloa, y algunos otros cárteles colombianos”, afirmó Michael Soto, jefe la Oficina de Planes y Operaciones del OIJ.
Según el informe de Costa Rica –el primero que hacen de su tipo–, de 2007 a 2012 fueron detenidos 68 mexicanos en Costa Rica por narcoactividad y, en su mayoría, son del cártel de Sinaloa, aunque hay del Golfo y de La Familia Michoacana.
Los Caballeros Templarios es una violenta organización que controla el narcotráfico y otras actividades delictivas como el secuestro, la extorsión y el robo en la costa del Pacífico mexicano, de acuerdo con informes internacionales.
En México, la organización criminal se ha convertido en la tercera fuerza del narcotráfico, según documentos de la policía federal.
Los Templarios se ubican detrás del Cártel de Sinaloa, liderado por Joaquín “El Chapo” Guzmán, y Los Zetas, cuyo líder –Miguel Ángel Treviño– fue detenido por infantes de la marina el pasado 15 de julio.
Los Caballeros ahora operan en 10 de los 32 estados de México, según informe oficiales, en comparación con hace sólo cuatro años. En contraste, los Zetas están activos en 21 estados y el Cártel de Sinaloa en 19.
Más atrás está el Cártel del Golfo, con presencia en cinco estados, y la Organización Arellano Félix –también conocido como el Cártel de Tijuana–, que ahora está básicamente confinado en Baja California y una pequeña parte de Sonora.
La organización fue creada por lugartenientes del fundador y guía espiritual de La Familia Nazario “El Más Loco” Moreno después de su presunta muerte a manos de la policía federal en diciembre de 2010. Guiados por un código de ética que castiga con la muerte a los pandilleros desertores, los Caballeros han expulsado de Michoacán, en gran medida, a otras facciones de La Familia y se han expandido hacia los estados vecinos de Guanajuato y México, incluyendo los abarrotados suburbios de la clase trabajadora en Ciudad de México.
El informe de la policía federal también señala que el grupo opera en los estados de Jalisco, Colima, Nayarit, Guerrero y Guanajuato –todos cerca de Michoacán–, así como Baja California, en el extremo noroeste, Tamaulipas en el noreste y Chiapas al sur.
De acuerdo con Insight Crime, los Caballeros tienen alrededor de 600 miembros armados, con miles de civiles seguidores esparcidos en casi todo el estado, por lo que existe un número creciente de comunidades de Tierra Caliente del estado que han formado grupos de autodefensas para expulsar a este grupo.
Durante las últimas semanas, Michoacán se ha mantenido en zona de guerra debido a enfrentamientos entre grupos de autodefensas, fuerzas de seguridad y miembros del crimen organizado.
Sin embargo, el titular de la Procuraduría General de la República (PGR), Jesús Murillo Karam, mantiene que el gobierno federal ya rescató a Michoacán.
Murillo Karam reconoció que Michoacán es un estado “muy complicado”; sin embargo, aseguró que el Estado mexicano está restableciendo el orden, “poco a poco, región por región”.
En días pasados, aseguró que el brote de violencia en Michoacán se debe “al rescate que se ha hecho de la entidad, en el que se había perdido, incluso, el control territorial y que nosotros rescatamos”.
Una investigación de AP afirma que Los Caballeros Templarios están ejerciendo control sobre el proceso minero para el hierro que abastece el mercado chino, ofreciendo otro ejemplo de cómo el grupo ha extendido su alcance hasta diversos sectores de la economía mexicana.
Autoridades mexicanas plantean que los carteles de la droga locales, en particular los Caballeros Templarios, se están beneficiando del lucrativo sector minero del país. Al parecer, ellos obtienen el hierro a través de la extorsión y el robo, así como de la extracción ilegal del metal por ellos mismos y su venta a las empresas exportadoras.
En 2010, la Procuraduría General de la República de México (PGR) encontró que las empresas internacionales que operan en el país, con conexiones a la Familia Michoacana, exportaron 1.1 millones de toneladas de hierro ese año.
Según las estadísticas oficiales, las exportaciones de hierro a China se cuadruplicaron entre 2008 y el primer semestre de 2013, y en la actualidad se encuentran en un promedio de alrededor de 4.6 millones de toneladas anuales.