Líder demócrata reta a Boehner a “tomar riesgos” con reforma
La presidenta de Partido Demócrata le pidió al republicano que permita este año un voto en la Cámara Baja sobre la reforma migratoria
Washington – La presidenta del Partido Demócrata de EEUU, Debbie Wasserman-Schultz, retó al presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, a que “tome riesgos” y someta a voto la reforma migratoria este año, al evaluar en una entrevista con La Opinión el panorama electoral de su partido en el 2014.
Boehner dijo el jueves de la semana pasada que la reforma migratoria “absolutamente no” está muerta y Wasserman-Schultz lo retó a que lo demuestre con un voto en el pleno de la Cámara Baja de la legislación HR15, similar a la reforma que aprobó el Senado en junio pasado.
“Esa legislación tiene los 218 votos que necesita en la Cámara Baja, entonces, por qué no votarla? Los republicanos del (movimiento conservador) Tea Party tienen que dejar de obstruir el voto de la reforma migratoria”, afirmó.
“Hay momentos en que tienes que invertir capital político y tomar riesgos para hacer lo correcto, y a los republicanos desafortunadamente eso no les importa”, opinó Wasserman-Schultz, al destacar que a los votantes hispanos también les interesa oír respuestas a problemas como la creación de empleos, mayores inversiones en la educación.
La funcionaria reiteró la queja de los demócratas de que Boehner no programa el voto de la reforma por quedar bien con los ultraconservadores del partido y porque, a su juicio, a él “le interesa más aferrarse al poder que hacer lo correcto, y ese es el caso con otros asuntos, no solo la reforma migratoria”.
“Su control como presidente de la Cámara Baja es frágil y sabe que si permite un voto va a enfadar a los miembros del Tea Party”, enfatizó Wasserman-Schultz.
Frente a los ataques demócratas, la oficina de Boehner reiteró la postura de éste de que los republicanos prefieren resolver los problemas que aquejan al sistema de inmigración “un paso a la vez”, y no de forma integral como exigen los demócratas.
La reforma migratoria no avanzó en 2009 y 2010, cuando su partido controlaba ambas cámaras del Congreso, porque en ese momento las prioridades máximas del Gobierno del presidente Barack Obama eran la recuperación económica, el rescate de la industria automovilística y la adopción de “una histórica reforma de salud que beneficiara a un mayor número de personas, explicó.
“Era una ventana de oportunidad de las pocas que se dan en el tiempo. La siguiente oportunidad del presidente Obama fue poner la reforma migratoria al frente de su agenda y acá estamos”, matizó.
Wasserman-Schultz consideró que la actual polarización en Washington se debe a la intransigencia del Partido Republicano y la “guerra civil interna que vive entre los moderados, o los que se hacen llamar moderados, y los extremistas del Tea Party”.
Por otra parte, dejó en claro que a su partido no le preocupa que los republicanos utilicen como arma política los problemas de la puesta en marcha de la reforma de salud, porque tienen un “panorama electoral excelente” en 2014.
“Vemos cómo ha bajado el nivel de aceptación de los republicanos desde que permitieron el cierre parcial del Gobierno por seguir en contra de la reforma de salud. Lo que eso ha conseguido es que la opinión pública sea más favorable a los demócratas”, puntualizó.