Niños migrantes sufren por el encarcelamiento
Depresión y descontrol urinarios son algunos problemas
Miles de niños y adolescentes hondureños, guatemaltecos y salvadoreños recientemente han pasado algún tiempo en los centros de detención de Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) de Estados Unidos.
Muchos de ellos han atravesado esta experiencia solos, alejados de sus padres, porque llegaron a la frontera de EEUU sin la compañía de un adulto, tras haber realizado una larga y peligrosa travesía. Otros cientos de madres con sus hijos menores se encuentran detenidos en dos “centros residenciales” ubicados en Nuevo México y Texas.
Un total de 68.541 menores fueron detenidos mientras intentaban cruzar la frontera este año. Foto: Getty Images.
Para Michelle Brané, directora de la Comisión Femenina para Refugiados, la detención infantil es muy dañina. “Se registra pérdida de peso en niños, depresión, cambios de comportamiento, descontrol urinario”, indicó Brané. “Si no es abuso, entonces es abandono”.
El Convenio de las Naciones Unidas para los Derechos del Niño es el más ratificado del mundo, pero no lo ha sido por EEUU.
Bryan D. Cox, portavoz de ICE, indica que “mantener a las familias en los centros residenciales es la alternativa más humanitaria para mantenerlos unidos mientras esperan los resultados de las audiencias de inmigración o regresan a sus países”.
“Los centros operan en un ambiente abierto, incluyen cuartos de juego, trabajadores sociales, cuidado médico y aulas con profesores certificados y bilingües”, dijo Cox. “El uso de estos centros es una pieza crítica en la respuesta del gobierno al flujo sin precedentes de adultos con niños para resguardar y acelerar la deportación de quienes cruzaron la frontera ilegalmente”.
Desde 2009, EEUU no encarcelaba a familias inmigrantes con hijos menores tras un escándalo de abusos en Texas.