McCarthy, favorito para suceder a Boehner, se retira de la contienda
El anuncio del actual "números dos" de la Cámara Baja llevó a suspender la votación de hoy de la bancada republicana para elegir al candidato a suceder a Boehner
El legislador republicano Kevin McCarthy, que partía como favorito para suceder al actual presidente de la Cámara de Representantes del Congreso, John Boehner, se retiró hoy de la contienda.
McCarthy informó de su sorpresiva retirada durante una reunión a puerta cerrada con otros congresistas republicanos.
La retirada de McCarthy, actual “números dos” de la Cámara Baja, llevó a suspender la votación interna de la bancada republicana para elegir al candidato a suceder a Boehner, prevista para hoy.
En su reunión con otros colegas republicanos, McCarthy argumentó al dar a conocer su renuncia que no se considera el candidato adecuado para poder “unir al partido”, de acuerdo con el legislador Peter King, presente en ese encuentro.
Congresista por California, McCarthy era el favorito del aparato del Partido Republicano y también de Boehner, quien le dio oficialmente su respaldo tras anunciar a finales de septiembre su intención de renunciar y abandonar el cargo el próximo 30 de octubre.
Los otros dos aspirantes a suceder a Boehner son el congresista por Utah Jason Chaffetz y el legislador por Florida Daniel Webster, ambos respaldados por los miembros más conservadores del Partido Republicano.
De haberse celebrado hoy la votación interna, McCarthy contaba con los apoyos necesarios para convertirse en el candidato a sustituir a Boehner.
Pero durante la votación en el pleno de la Cámara Baja, programada para finales de mes, es necesario un mínimo de 218 apoyos, algo que McCarthy no tenía asegurado tras la decisión de respaldar a Webster anunciada ayer por cerca de 40 legisladores ultraconservadores.
McCarthy recibió duras críticas por unas polémicas declaraciones que hizo hace unos días sobre el Comité Especial del Congreso para analizar el ataque de 2012 al consulado estadounidense en Bengasi (Libia), al vincularlo a la caída en las encuestas de la precandidata presidencial demócrata Hillary Clinton.