Indocumentados en California se animan a sacar la licencia profesional
Ley de licencias profesionales permite a miles de inmigrantes que trabajaban en las sombras sacar una certificación
La ley que autorizó las licencias profesionales a los indocumentados en California desde enero ha disparado las inscripciones para estudiar cosmetología y barbería.
Esta es solo una de las varias carreras vocacionales y oficios a la que los inmigrantes pueden certificarse sin importar su estatus migratorio, gracias a la ley SB 1159 del senador Ricardo Lara.
La nueva ley permite que los inmigrantes indocumentados puedan obtener una licencia profesional para ejercer un oficio con sólo presentar su número ITIN de identificación como contribuyente y desde luego aprobando ciertos exámenes.
Y aunque no existe una estadística oficial del estado, algunas escuelas de cosmetología locales ya no dan abasto con el número de personas buscando capacitarse y certificarse.
“No caben los alumnos. De 800 inscritos han aumento a 3,000. Hemos tenido que abrir escuelas en Ventura, San Diego, Escondido, y estamos en planes para extendernos al norte del estado”, dijo María Teresa Villarreal, directora de Cosmética, una escuela de belleza en Downey.
“Es sorprendente la respuesta y la pasión y hambre de superación de los estudiantes. Tenemos estudiantes inmigrantes de México, Colombia, Cuba, países sudamericanos, Siria, los países árabes y orientales”, indicó.
Antes de esta ley para solicitar una licencia profesional había que contar con un número de seguro social. Algunas juntas estatales como la de Cosmetología y Barbería de California se adelantaron en poner en vigor la ley desde julio de 2014 y hay quienes ya obtuvieron su licencia bajo la nueva ley.
En escuelas como Cosmética los estudiantes pueden obtener mientras estudian una licencia de aprendiz con la que puedan trabajar en tanto concluyen sus estudios.
La escuela los prepara
Para la licencia profesional, la escuela los prepara para que pasen al primer intento los exámenes teóricos y prácticos, y los ayuda a llenar la solicitud.
Villarreal dice que los estudiantes tiene que aprobar 240 horas de estudio y 3,200 de práctica al trabajar con un cliente, lo cual pueden tomarse alrededor de 15 meses.
“Bajo el programa de Aprendizaje, ayudamos a colocar a aquellos estudiantes que de momento no tienen un empleo”, observa.
La licencia de cosmetóloga tiene un costo de 120 dólares y el curso de aprendizaje cuesta 2,499 dólares en Cosmética.
“Les damos facilidades de pago, y debo decir que deben tener cuidado los estudiantes porque hay escuelas donde el curso les puede salir entre 15,000 y 20,000 dólares”, expuso.
En busca de abrir nuevos negocios
Max Verderosa, un inmigrante uruguayo de 29 años viene todos los lunes del condado de Orange a Downey a estudiar barbería en la escuela Cosmética.
“Esta ley es muy buena porque nos dan una oportunidad. Yo vengo de una familia de barberos en Uruguay y ya lo era en mi país, así que me voy a graduar en un año más, y mi sueño no sólo es abrir una barbería sino varias. Muchos dicen que la barbería no deja mucho pero yo creo que si uno hace lo que gusta, el dinero viene”, comentó contento.
María Rivera quien hace 14 años que emigró de México confió que en cuento se enteró de la nueva ley, se inscribió para estudiar barbería. “Yo en Guadalajara ya había tomado un curso de belleza pero aquí no he tenido la oportunidad de ejercer, y trabajo como costurera. La licencia profesional como barbera me va a permitir tener un cambio de vida, dejar la fábrica de negocios y abrir mi propio negocio. Hasta me siento importante”, externo entusiasmada.
Varios estudiantes ya trabajaban a escondidas
Desde que Rosy Hernández supo de la ley de licencias profesionales, se apuntó para estudiar cosmética.
“Al principio no lo creía, me parecía demasiado bello para ser verdad que pudiera obtener una licencia sin tener un seguro social”, comenta.
Dice que al principio habló a varias escuelas de belleza pero en muchas no estaban informados, hasta que encontró Cosmética.
Todos los lunes viaja desde Lake Elsinore en el condado de Riverside hasta Downey para sus clases.
“He trabajado mucho tiempo en salones de belleza pero a escondidas, ahorita al menos ya me dieron mi licencia de aprendiz”, dijo Hernández quien espera graduarse para abril de 2017.
Jocelyn Juárez, una inmigrante de Guerrero, México, madre soltera de 21 años reveló sentirse muy contenta desde tiene seis meses que se inscribió para estudiar cosmetología. “Es una gran oportunidad para mi y mi hijo de dos años y medio”, anotó con una gran sonrisa que revelaba su felicidad.
Yádira Hernández, una inmigrante guatemalteca lleva cuatro años que trabaja en un salón de belleza sin tener licencia.
“Me puse muy contenta cuando supe de esta ley, me dije !Ya no voy a tener que correr cada vez que venga los de la Junta Estatal de Cosmetología! Nos cobran 1,000 dólares de multa por trabajar sin licencia”, comentó.
Mientras que la inmigrante mexicana Mónica Cázares quien ha trabajado como cosmetóloga 17 años hizo ver que contar con una licencia para ejercer legalmente va a permitir a los inmigrantes indocumentados salir de las sombras.
“Es un miedo que no te deja. Yo me siento muy agradecida por esta nueva ley que nos va a dar licencias a las personas sin papeles, y no me quiero quedar como cosmetóloga sino que quiero ser maestra de belleza”, anotó.
Préparate tú también
- Escuela Cosmética
- 9050 Telegraph road. Suite 101
- Downey, CA 90240
- www.cosmeticaedu.com
- Telefono 562-862-1090
Autorizada por el Departamento de Relaciones Laborales, el Departamento de Barbería y Cosmetología.
Para conocer sobre los requisitos para obtener una licencia como cosmetóloga y barbera, también puedes ir al portal de la Junta Estatal de Barbería y Cosmetología en: www.barbercosmo.ca.gov