‘Cobarde’, le gritan a Scott Dekraai

Posponen para el 29 de noviembre lectura de cargos

SANTA ANA.- El abogado del sospechoso de la masacre en un salón de belleza de esta ciudad le dijo al juez que atiende el caso que su cliente necesita medicamentos antisicóticos y que no los está recibiendo en la cárcel.

El acusado Scott Dekraai hizo su primera aparición en la Corte Superior del Condado de Orange, pero la lectura de los ocho cargos de asesinato y uno de intento de asesinato se pospuso para el 29 de noviembre.

Los familiares de la víctima le gritaron antes y después del procedimiento. Una persona lo llamó “cobarde” y otra le gritó “Te odio”.

El abogado de la defensa Robert Curtis le dijo al tribunal que Dekraii necesita los medicamentos Trazadome y Topamax.

Por ello, el juez Erick L. Larsh ordenó una revisión médica para determinar qué medicamentos necesita Dekraai.

Curtis también señaló que prevé que habría una moción para que se realice un cambio de instalaciones.

Por su parte, Tony Rackauckas, fiscal de distrito del condado de Orange, había dicho que Dekraai quería “terminar con cualquier vida que se le cruzara por el camino” durante la ola de asesinatos que duró dos minutos y donde cargó nuevamente sus armas y le disparó a algunas víctimas en la cabeza a causa de la ira provocada por un amargo caso de custodia.

Dekraai tenía tres armas y usaba un chaleco antibalas cuando ingresó al Salón Meritage en el centro de Seal Beach, agregó Rackauckas.

Ocho víctimas recibieron disparos a corta distancia en la cabeza y en el pecho antes de que el hombre armado saliera caminando y le disparara a otra persona mientras se sentaba en un Range Rover que se encontraba estacionado, indicó el fiscal.

“Quería terminar con cualquier vida que se le cruzara por el camino y lo hizo”, dijo Rackauckas. Al menos 15 personas se encontraban dentro del salón al momento del ataque.

Dekraai fue acusado de ocho cargos de asesinato y un cargo de intento de asesinato. Los fiscales aspiran pedir la pena de muerte para el hombre que Rackauckas describió como un “asesino metódico y despiadado”.

Dekraai terminó cruelmente con ocho vidas irreemplazables “como si fueran un daño colateral”, afirmó Rackauckas, que se emocionó en varias ocasiones durante una conmovedora conferencia de prensa.

Señaló que el tiroteo se desencadenó por una larga disputa de custodia que Dekraai mantenía con su ex esposa, Michelle Fournier. Ella fue una de las personas que fue fatalmente herida.

Dekraai buscaba revancha contra su exesposa quien, según su criterio, estaba interfiriendo con la crianza de su hijo de 8 años, dijo Rackauckas, y agregó que Dekraai consideraba que los compañeros de trabajo de su exesposa en el salón potenciaban la disputa por la custodia.

“Ese pequeño niño es una víctima”, afirmó el fiscal. “Ahora su madre ha sido asesinada y crecerá sabiendo que su padre es una asesino en serie. ¿Qué tipo de amor paternal enfermo y retorcido puede ser ese?”.

Recientemente, Fournier le había dicho a su familia y amigos, y había afirmado en los expedientes judiciales, que temía por su seguridad, ya que Dekraai estaba cada vez más desequilibrado.

Dekraai sufría un trastorno de estrés postraumático a partir de un accidente en un remolcador ocurrido en 2007 que destrozó su pierna y provocó la muerte de un colega, pero el matrimonio con Fournier ya se estaba desmoronando antes de eso.

Cientos de personas asistieron a un servicio religioso en una iglesia ubicada frente al salón la noche del jueves y más de 1,500 personas se congregaron con velas en una vigilia en el estacionamiento del centro comercial donde se encuentra el salón.

La pintoresca y soleada localidad de Seal Beach, con su calle principal de comercios vintage, restaurantes y boutiques, había registrado solo un homicidio durante los últimos cuatro años.

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