Lucharán por la aprobación federal

La meta estudiantil es que el Congreso avale el DREAM Act

Después de que el gobernador de California, Jerry Brown, aprobó el fin de semana la segunda parte del DREAM Act que permitirá la concesión de becas públicas a estudiantes indocumentados, Jorge Herrera no quiso esperar ni un día más para saber qué posibilidades tiene de inscribirse en la universidad.

Ayer mismo acudió a visitar a su consejero académico en el colegio comunitario Los Ángeles Harbor donde estudia administración de empresas para poder transferirse cuanto antes, ya que la reciente ley aprobada le permitirá un importante desahogo económico.

“Trabajo además de estudiar para poder pagar por mis clases, porque el dinero que ganan mis papás se va para la renta”, dijo Herrera, quien como muchos estudiantes esperaba como agua de mayo que el gobernador convirtiera en realidad el DREAM Act.

“Eso quiere decir que voy a poder trabajar un poquito menos y centrarme más en los estudios”, comentó.

Durante más de un año, Ruth Batres se estuvo levantando a las 4:00 a.m. los fines de semana para ir a trabajar a una panadería. A diario también acudía a ese puesto, pero tuvo que buscarse además otro trabajo como mesera en un restaurante porque el dinero en su casa no alcanzaba. Todo ello, mientras seguí estudiando.

“Durante ese tiempo no pude ahorrar dinero porque estábamos viviendo al día y todo eran gastos en la casa”, dijo Batres, quien también es indocumentada, y está por recibir un título en psicología en el colegio Los Angeles Harbor.

La posibilidad de que a partir de 2013, cuando entra en vigor el DREAM Act, pueda solicitar dinero público para cursar la universidad, le ha hecho a Batres tener más ganas para seguir superándose. Su próximo paso será inscribirse en la universidad para lograr una licenciatura.

“La ley nos beneficia porque uno no se tiene que estar preocupando para pagar por las clases, ya que la ayuda financiera va a estar ahí”, indicó la estudiante.

Se estima que unos 2,500 alumnos indocumentados en cursos de educación superior podrán recibir becas públicas una vez entre en vigor la ley, después de que los estudiantes con documentos las hayan solicitado primero.

Con esta victoria lograda, el próximo paso que persiguen los llamados ‘dreamers’ es intentar poner presión para que se apruebe el DREAM Act federal, que daría garantías de que los estudiantes sin documentos puedan lograr una vía para legalizar su situación migratoria en el país.

“Ya solo es cuestión de que nos den una oportunidad de trabajar saliendo de las sombras, dijo Batres. “Tenemos que poner presión al gobierno con llamadas telefónicas para seguir y no darnos por vencidos”.

El grupo DREAM Team Los Ángeles va a comenzar a trabajar desde mañana mismo en una campaña en la que enfatizarán que el gobierno federal debe seguir el ejemplo de California al respaldar a los estudiantes indocumentados para ayudarles a conseguir su porvenir en este país.

“Hay que poner la atención en las nuevas generaciones de americanos, dando la oportunidad de ir al colegio y parando las deportanciones”, dijo Carlos Amador, quien ha estado involucrado activamente en el grupo de DREAM Team Los Ángeles.

Aunque Amador recibió este verano su maestría, después de haber cursado estudios en UCLA sin documentos, pagándose con su propio dinero los estudios, sabe que muchas generaciones detrás de él podrán gozar por algo que a él también le hubiera gustado: pagar las colegiaturas sin necesidad de trabajar al mismo tiempo que estudiaba.

“Cuando terminé la secundaria hace 10 años recién se aprobaba la ley AB540 que permitía que los estudiantes indocumentados podamos pagar colegiaturas como los residentes”, dijo Amador. “Diez años después, estamos hablando de que los indocumentados podrán pedir ayudas públicas para ir a la universidad. Esta es una gran victoria con la que el país tiene que aprovechar el talento que tenemos”.

Además de presionar a nivel federal por el DREAM Act, por el momento, los ‘dreamers’ se mantendrán a la expectativa de ver “cómo se va implementando las ayudas una vez que comiencen a darse en 2013”.

“Ha sido una batalla larga, pero se ha conseguido y por eso estamos muy agradecidos con los legisladores”, agregó. “Sabemos que esta aprobación no va a cubrir todos los gastos de la educación, pero sí es una gran ayuda”.

“Así como muchos lucharon para que estudiantes como yo pudiéramos pagar las colegiaturas como residentes, ahora nos toca a nosotros seguir luchando para traer más justicia para los indocumentados”.

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