Más que ‘Conga’

A estas alturas de su carrera, todo en la vida de Gloria Estefan parece ser un lujo. Desde el enorme anillo con un diamante amarillo -que se ve aún más grande en esas manos pequeñas- hasta el disco que estrenó ayer.

“¡Ah!, y Emilio [mi esposo] me compró hace poco un lote de joyas que fueron de La Doña”, recuenta la cantante cubana, y describe varias de ellas, como el famoso collar en forma de serpiente que María Félix lució en sus años mozos.

“Así es él; cuando ve una cosa que le gusta me la compra. Ya no recuerdo para qué fecha me regaló este anillo”.

También parece ser un lujo que a sus 54 años siga hacienda música, y que no tenga temor a reinventarse. Miss Little Habana, su primer CD en inglés desde 2003, es un álbum que la regresa al dance.

No se trata de algo parecido a lo que ha hecho antes, o siquiera cercano a sus raíces cubanas. Se trata de un álbum producido por Pharrell Willams, un exitoso artista que ha trabajado con cantantes como Britney Spears, Madonna y Shakira.

El álbum, que solo se vende en las tiendas Target, es una mezcla de los sonidos que ahora inundan Miami, donde reside Gloria. Lo que quiere decir que los ritmos cubanos -que predominaron por décadas en esa ciudad debido a la influencia de esa comunidad- ahora comparten el espacio con sonidos centro y sudamericanos debido a la llegada de músicos y artistas de esas tierras.

Es por eso hay desde salsa a merengue y hasta ritmos andinos.

Además, tiene colaboraciones de los raperos Pitbull y El Cata y de Emily, la hija de 16 años de los Estefan.

De 2003 a la fecha Gloria solo editó dos discos, el más reciente, 90 millas, fue en 2007.

“Nunca hemos ido al estudio simplemente porque hay que ir al estudio… Cuando se acabó mi contrato con Sony en realidad ni pensé en firmar con otra disquera porque quería dedicarme a ser madre”, explica Gloria, quien estuvo en Los Ángeles hace unas semanas para hablar de este proyecto.

Así que, como Nayib, su hijo mayor, no fue un estudiante dedicado, con Emily quiso cambiar y vivir la experiencia de ser mamá de tiempo completo.

“[Emily] estaba en el equipo de basquet, en el jazz band, y no quería perderme nada. No quería perderme esos años de ella. Me encantaba ser parte de su vida escolar”.

Hace poco conoció a Pharrell a través de un entrenador mutuo. El artista no había hecho nada relevante -excepto una colaboración con Shakira- con un artista latino, así que la propuesta no le cayó mal a Gloria.

“Viene Pharrell y me muestra una canción, que es la primera del disco, y me dijo, ‘me encantaría hacer un disco contigo’. Le dije que eso sería bien lindo”.

La cantante describe esa colaboración como algo nuevo que al mismo tiempo “recuerda el sonido temprano de Miami Sound Machine”. Asimismo, “la sensibilidad urbana de Pharrell”.

La artista luce impecable en un traje sastre Stella McCartney, una de sus diseñadoras favoritas. Antes de la entrevista, un asistente da ligeros toques a su maquillaje.

Después de comentar que su plato favorito es el fricasé de pollo, Gloria hace un recuento de lo que ha sido su exitosa y ascendente carrera musical.

Fue a partir de Conga cuando el mundo se enteró de la existencia de la artista y su entonces banda, Miami Sound Machine.

“Eramos relativamente conocidos fuera de Estados Unidos. Imagínate, de repente tocábamos en un estadio en San Salvador ante 50 mil personas, y luego regresábamos a Miami a tocar en una boda para 200 personas”.

De esto ya pasó un cuarto de siglo, y para celebrar, en Little Miss Habana se incluye el remix Conga 25.

El nuevo disco, no obstante, no pretende superar el éxito de ese tema.

“No creo que Conga es algo que quiero superar… Todavía al día de hoy hacemos licencias del tema. Anualmente hacemos licencia de Conga en todas partes del mundo”, sentencia.

“Lo me que encanta es que suena como si la hubiéramos hecho hoy mismo. [Sin embargo,] uno no puede regresar a lo mismo, los retos se hacen otros… Lo que tratamos de hacer es siempre algo nuevo y distinto y que nos haga sentir emocionados”.