Oakland, en el centro del mundo
La represión de la policía contra el movimiento Occupy Oakland fue noticia internacional
OAKLAND.- De pronto se sintió que esta ciudad era el centro del mundo al menos en Twitter. Y así lo pregonaban algunos, a través de los megáfonos en la oscurísima noche del miércoles 26 de octubre, apenas 24 horas después de otra velada aún más negra, aquella en que el Departamento de Policía de la ciudad se salió de control y atacó con furia a quienes, por definición, deben proteger.
Lo ocurrido el martes 25 ha puesto en pésima posición al flamante jefe interino de la policía, Howard Jordan, y colocó también en el caldero a la administradora citadina, Deanna J. Santana.
El martes fue un día de furia en la cuarta ciudad más peligrosa de los Estados Unidos. La policía desalojó al amanecer el campamento de Occupy Oakland -movimiento que replica las acciones de Occupy Wall Street-, en la plaza Frank Ogawa, frente al edificio de la alcaldía, y por la noche, al protestar los simpatizantes del movimiento con una marcha, se enteraron que a la hora de reprimir, Jordan, quien asumió el cargo el 12 de octubre, tiene la mano bastante pesada.
A esta hora ya se habla de posibles demandas civiles contra el Departamento de Policía. Entre los heridos se cuenta un veterano de guerra, Scott Olsen, quien sobrevivió dos giras por Irak, pero que fue enviado con fractura de cráneo al hospital al resentir el ataque de los policías de Oakland.
Aunque Jordan ha alegado que sus oficiales actuaron en defensa, al ser atacados con botellas y cohetones por quienes protestaban, múltiples videos colocados en Youtube muestran que la policía no se limitó a repeler las agresiones, sino que agredió con saña aun a aquellos que ya habían sido disminuídos por los gases lacrimógenos y las granadas aturdidoras que antes les habían lanzado. Los de Occupy Oakland no se arredraron. Y pese a que se cuentan en más de 100 los arrestos del martes 25, volvieron al centro de la ciudad un día después. Se reunieron casi mil, o poco más.
Y mientras la mayoría se ocupaba en una cívica asamblea, otros cuantos decidieron sin el permiso de nadie derribar la cerca metálica que rodeaba la plaza Frank Ogawa y recuperarla para el movimiento.Lee más en: ElMensajero.com
La plaza fue recuperada puntualmente 24 horas después de la batalla que hizo de Oakland noticia mundial y tema número uno en la popular red social Twitter.
Derribar la valla metálica no fue difícil. Instalada tras el desalojo del campamento, daba a la plaza Ogawa un aspecto de terreno baldío en espera de comprador. Y el miércoles, además, la policía no estaba en los alrededores para defender el predio. Era claro que hubo órdenes superiores de mantener a los guardias fuera del área y evitar a toda costa otro enfrentamiento.
Y respecto a quién es el superior que da las órdenes, una batalla más, ésta política, pero igual de cruenta, se avizora ya en Oakland.
La alcaldesa Jean Quan estaba fuera de la ciudad el martes 25. Se encontraba en Washington, la capital del país, en viaje oficial. Volvió tras el zipizape. Su ausencia le ha servido, hasta ahora, para exculparse.
El miércoles, antes que la cerca cayera, Dan Siegel, asesor legal de la alcaldesa, se hizo presente entre los manifestantes de Occupy Oakland, quienes le dieron la oportunidad de dirigirse a la asamblea. Pidió disculpas personales por lo ocurrido.
Antes, con la prensa, Siegel había hecho notar que la administradora citadina es el mando superior directo del jefe de la policía. Afirmó que Deanna J. Santana y Howard Jordan, en ausencia de Quan, habían ideado el desalojo del campamento y cómo controlar la posterior protesta.
Siegel, incluso, comentó que analizaba renunciar a su puesto de asesor de la alcaldesa, en solidaridad con los agredidos.
Al final de ese miércoles, los participantes en Occupy Oaklan d había vuelto a renombrar la Ogawa como plaza Oscar Grant -en honor de aquel afroamericano muerto por un disparo de un policía, en enero de 2009, y en cuya memoria se han protagonizado en la ciudad al menos otros dos zafarranchos históricos-, y habían decidido convocar a un paro total de actividades, de escuelas, comercios, transporte, que programaron para el 2 de noviembre.