Protestan profesores

Miles marchan por la avenida Costera Miguel Alemán en puerto de Acapulco

MÉXICO, D.F.- Unos 10,000 profesores marcharon por segunda ocasión en menos de un mes por la turística avenida Costera Miguel Alemán en el puerto de Acapulco desde que se convirtió en el primer gremio del país en protestar contra la inseguridad con un paro de labores.

“Este movimiento cada vez se está fortaleciendo ante la indiferencia de nuestros gobernantes”, dijo Abel Casarrubias, vocero del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación que mantiene sin clases a más de 60,000 niños de primaria y secundaria en 200 escuelas del estado de Guerrero (sur).

Presuntos delincuentes secuestraron en los últimos 29 días – el tiempo que lleva la inactividad escolar- a tres profesores por quienes se exige pagos de rescate de entre tres y cinco millones de pesos (entre 250,000 y 416,000 dólares) además de otras acciones violentas contra el sector como extorsiones, asesinatos, robos e intimidaciones a escuelas.

“Son 30 ataques contra los maestros los que se tienen documentados”, añadió Casarrubias en rueda de prensa.

El magisterio anunció un plantón en la sede del Centro Internacional Acapulco, que durante años fue sede de eventos empresariales, culturales y recreativos hasta que recientemente fue adquirido por la la Secretaría de Marina, presuntamente para instalar ahí una base de combate al crimen.

“¿En qué se está convirtiendo el estado?”, rezaba una de las pancartas en la manifestación. “Los maestros exigimos seguridad para el pueblo en Guerrero, no más violencia”, rezaban cientos de carteles que recorrieron La Costera. Acapulco pasó de ser un símbolo de estatus social y centro de atracción de celebridades a un escondrijo de narcotraficantes, gatilleros y delincuentes de baja estofa que las autoridades no han frenado desde hace más de una década.

En 2001, Ron Lavender, propietario de una de las agencias de bienes inmuebles más prestigiosa del puerto, fue secuestrado. Desde entonces, los agentes de bienes raíces han sido golpeados con extorsiones, amenazas y baja de precio de propiedades.

Situaciones similares padecen médicos, empresarios, ganaderos, comerciantes, pero ninguno de ellos ser había organizado en cofradía como los profesores que ayer se volcaron a las calles como justicieros contra la violencia y amenazaron con no volver a las aulas hasta reunirse con el gobernador, Ángel Aguirre.

El ex vocero de seguridad pública nacional, Alejandro Poiré, explicó a principios de este año que los cientos de ejecuciones en la entidad son el resultado de la lucha de grupos criminales por el control de la plaza y la inacción del gobierno que no cuenta con corporaciones policiacas confiables.

El estado sureño del país ha sido cuna de movilizaciones insurgentes desde el siglo XIX cuando la alianza entre el rebelde local Vicente Guerrero y el desertor Agustín de Iturbide logró la Independencia de México; en los años 70 del siglo XX, el profesor rural Lucio Cabañas fundó un movimiento guerrillero contra el caciquismo y la pobreza que sirvió de inspiración a decenas de grupos radicales.

El magisterio local también ha sido catalogado como uno de los más rebeldes del país por sus constantes huelgas, marchas y bloqueos para lograr incrementos salariales y prestaciones sociales.

Con tales antecedentes, el presidente municipal de Acapulco, Manuel Añorve -quien también contendió por la gubernatura en las elecciones de este año- así como la secretaria de Educación Pública del estado de Guerrero, Silvia Romero, cuestionaron la finalidad de las protestas y pidieron a los maestros volver a las aulas.

“Que no se politice un problema de seguridad pública, que esa no sea la razón de no regresar a clases”, pidió Añorve.

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