Inseguridad inhibe viajes por carretera a México
Cada vez menos optan por esa vía, según consta en la baja de permisos de importación de vehículos en esta temporada
Por primera vez en 20 años José Gutiérrez no viajó a su pueblo por temor a Los Zetas, el cártel de narcotraficantes que acentuó la violencia en algunas zonas del estado de Zacatecas.
“No puede ir uno en camioneta porque, si te va bien, te la quitan; conozco a gente que la han robado, golpeado y amenazado de muerte”, dice este residente de Los Ángeles.
De la última visita a su poblado, El Moral, municipio de Jerez, regresó con una imagen desagradable: una mañana vio los cadáveres de tres hombres que fueron tirados frente a una popular iglesia y se enteró que del fondo de una presa cercana a su rancho sacaron cadáveres atados a tabiques de concreto.
La gota que derramó el vaso fue un supuesto rapto de habitantes de ese pueblo por parte de policías y sicarios de Los Zetas hace unos días. “La policía está cooperando con los grupos delictivos”, afirma Gutiérrez. “Las casas en el rancho se quedaron solas; uno va por una emergencia nomás”.
Ni la intensa promoción turística, ni los operativos de seguridad, ni la ampliación de la franquicia terrestre (el valor de los regalos que reporta en la aduana) parecen estar alentando a que los paisanos reanuden el tradicional retorno a sus comunidades de origen en temporada de fin de año. Y los turistas estadounidenses tampoco están interesados en visitar siquiera a la frontera mexicana.
La violencia producto de la lucha contra la delincuencia organizada, que ha dejado cerca de 50,000 muertos en los últimos cinco años, ha sido la principal causa de que menos personas viajen por carretera a territorio mexicano, reconocen representantes del gobierno de México en este país.
“Sí, se percibe un menor flujo de personas viajando a México por la crisis económica y por la percepción de la inseguridad”, señala Alejandro Orbezo, representante del Programa Paisano en la Costa Oeste de Estados Unidos, quien afirma que la mayor parte de su país no ha sido golpeada por las luchas entre los cárteles de la droga y las autoridades.
De los 11,205 permisos de importación temporal de vehículos -que limitan la estancia de un auto en el vecino país- otorgados en el Consulado General de México en Los Ángeles en 2009, esta cifra bajó a 8,284 licencias el año pasado. Hasta el 16 de noviembre de 2011 se habían extendido 2,531 permisos.
Las autoridades del Estado de México detectaron ese descenso por la cantidad de visitantes atendidos en sus módulos de orientación. En el período 2007-2008 registraron entre 60,000 y 70,000 asistencias, pero el año pasado esa cantidad bajó a menos de 50,000.
Como lo ha hecho en años anteriores, el gobierno mexicano está promoviendo caravanas de vehículos escoltadas por patrullas para tratar de ofrecer mayor seguridad en sus autopistas, algo que es considerado de extremo peligro por el Departamento de Estado de EE UU.
Así, mientras viajaba por una carretera de San Luis Potosí, fue acribillado el agente aduanal Jaime Zapata a principios de este año.
“Sabemos que [la inseguridad] es la primera causa por la cual no quiere regresar mucha gente al país, pero la verdad es que el problema no está generalizado, está polarizado en algunos estados y particularmente en algunas ciudades”, mencionó Carlos Chapa Silva, coordinador de Asuntos Internacionales del gobierno del Estado de México.
Lo cierto es que los residentes de Estados Unidos no están realizando siquiera viajes cortos a México. La cantidad de recorridos de un solo día fue de 51,219 en 2010, la cifra más baja de los últimos 20 años, según el reporte Estadísticas de Transporte de América del Norte.
A pesar de que el Departamento de Transporte (DOT) expone que la oferta de vuelos de Estados Unidos hacia México es más reducida para el último cuarto de 2011, entre el 15% y 32% menos (dependiendo la aerolínea) comparada con el año pasado, expertos aclaran que se trata de un ajuste en la industria.
“Lo que ha afectado en los últimos años es el brote de gripe A1H1, la inseguridad y la economía, pero estamos regresando a los numeros que habíamos visto hace tres años”, explicó Mateo Lleras, vocero de la aerolínea JetBlue, que realiza viajes a Cancún.
En 2006, México fue el segundo destino preferido por los 2.97 millones de residentes del Sur de California que viajaron durante el feriado de Acción de Gracias, según una encuesta de la Asociación Americana de Automovilistas (AAA); pero este año el país no figuró en esa lista.
La situación de los ciudadanos estadounidenses que radican o visitan México ha empeorado desde que el presidente Felipe Calderón inició una lucha frontal contra el crimen organizado en 2007. En los primeros seis meses de 2011, al menos 65 estadounidenses fueron asesinados en territorio mexicano, un 300% más comparado con 2003.
El Departamento de Estado resalta en su última alerta de viaje que algunos de sus connacionales han perdido la vida en robos de autos, principalmente en la franja fronteriza. El principal blanco de los delincuentes, indica, han sido los vehículos utilitarios (SUV) de colores oscuros.
Para el gobierno de México, sin embargo, este es más un asunto de percepción. “La gente puede regresar con confianza; la sugerencia es que sea prudente y cautelosa en las horas y lugares de manejo”, señala Chapa Silva; mientras que Orbezo, del Programa Paisano, afirma: “La mayoría del país está en paz. El 99.9% que ha viajado [hacia ese destino] en los últimos cinco años podrá dar testimonio que tuvo una experiencia grata”.
Se calcula que el año pasado seis millones de estadounidenses pasearon por México.