Alta tecnología sustituye la labor de policías en el Valle

En San Fernando recurren a cámaras de vigilancia para enfrentar el crimen

Un agente monitorea las cámaras de vigilancia y toda la acción que captan en alrededores de donde están ubicadas.

Un agente monitorea las cámaras de vigilancia y toda la acción que captan en alrededores de donde están ubicadas. Crédito: Isaías Alvarado / La Opinión

La escasez de policías en el noreste del Valle de San Fernando, donde repuntaron las balaceras, asaltos y robos de autos, impulsó la instalación de cámaras de vigilancia que ya demostraron su eficacia: grabaron el coche en que huyó el sospechoso de disparar contra varios negocios de la zona hace unas semanas.

Con una nómina congelada por el déficit fiscal, la Policía de Los Ángeles (LAPD) ha encontrado en la tecnología un aliado para combatir al crimen. Actualmente, sólo contrata nuevos agentes para llenar vacantes por retiro y otros motivos, lo cual creó un vacío de más de 500 puestos en mandos medios.

Para la corporación, que aún lamenta la partida de las cámaras que fotografiaban a conductores que no respetaban los semáforos con luz roja en más de 30 cruces viales, los fondos de la agonizante Agencia local de Reurbanización (CRA) le han permitido mantener la vigilancia cibernética en barrios violentos.

En la división Foothill del LAPD, que protege los vecindarios de Pacoima, Sun Valley, Tujunga y Sunland, confían que las ocho cámaras recién instaladas a lo largo del bulevar Van Nuys, de la carretera 5 al bulevar Foothill, serán una herramienta para reducir los tiroteos y asaltos, los cuales aumentaron un 171% y 29%, respectivamente, de octubre a diciembre.

“El sistema de cámaras a lo largo del corredor [comercial] Van Nuys es una pieza adicional en la estrategia de la lucha contra el crimen”, dijo Joseph Hiltner, capitán de esa comandancia. “Nos ayudará a resolver los incidentes de violencia y aquellos relacionados con pandillas”, insistió.

Los modernos dispositivos, capaces de videograbar en la oscuridad y distinguir rostros y placas de autos a una distancia de 600 pies, no sólo estarán atentos a todo lo que ocurra en la transitada vialidad, sino que además registrarán todos los vehículos y delincuentes que la usen como ruta de escape.

Apenas unos días después de su instalación, las imágenes que archivaron las cámaras ayudaron a la identificación del coche del sospechoso que disparó a las ventanas de distintos negocios en el Valle. Con esa pista en la mano, los detectives de la división Foothill andan tras el presunto culpable.

“Hemos trabajado en identificar distintas estrategias que nos ayuden a reducir el crimen en el noreste del Valle”, dijo Jorge Villegas, subjefe de la Oficina de Operaciones del LAPD en esa región.

“Este sistema de cámaras es un esfuerzo de cinco años para tratar de tener el mejor sistema posible, en el mejor lugar y que nos acerque a los mejores resultados en la prevención del crimen”, comentó.

Además de la división Foothill, otras comandancias con cámaras de vigilancia son Mission, que abarca las comunidades de Panorama City, Sylmar, North Hills y Arleta, y Southwest, en cuya jurisdicción se encuentran los barrios de Leimert Park, West Adams y University Park.

El hecho que se hayan elegido las estaciones de Foothill y Mission, ambas en el noreste del Valle, entre las 25 de toda la ciudad, refleja el compromiso de las autoridades por reducir aún más los niveles de violencia (en general los índices delictivos han bajado en ese lugar), dijo el concejal Richard Alarcón.

Cifras del LAPD exponen que en la comandancia Mission las balaceras subieron un 71% en los últimos dos meses, aunque comparando los incidentes de este tipo ocurridos en 2010 y parte de 2011 se registró un ligero descenso del 1%. Hasta el 10 de diciembre de este año se reportaron 134 tiroteos.

“La lucha contra el crimen es complicada cuando la economía baja y los ingresos son pocos”, comentó Alarcón, representante del Distrito 7 en el Concejo Municipal. “Esta tecnología va a proveer un nivel más elevado de protección a nuestra comunidad”, añadió.

En algunas zonas residenciales del municipio, como el complejo de vivienda pública Ramona Gardens, tanta vigilancia abruma a sus residentes, que lo consideran una invasión a su privacidad o un intento por imitar el concepto del “Big Brother”, término tomado de la novela Nineteen Eighty-Four (1984), de George Orwell, que describe un Estado ficticio que ejerce extrema supervisión a sus gobernados.

Pero en Panorama City, afirman Hiltner y Alarcón, se ha hecho todo lo posible para respetar los derechos de los residentes. “Estas cámaras están instaladas en lugares públicos, no es una invasión a la privacidad, sino tratan de velar por la seguridad del público”, dijo el comandante del LAPD.

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