Implantes de mama causan la alarma

Más del 50% de las prótesis de silicona PIP se vendieron en Latinoamérica

Una prótesis mamaria PIP  que puede producir cáncer.

Una prótesis mamaria PIP que puede producir cáncer. Crédito: EFE

NUEVA YORK.– La noticia se regó como pólvora, y así también la alarma.

Miles de mujeres en todo el mundo están preocupadas ante el anuncio de que las prótesis mamarias de la marca francesa Poly Implant Prothse (PIP), podrían romperse y causar cáncer, así como otros riesgos de salud.

Y la alarma no es para menos. Se estima que hasta 500 mil mujeres podrían estar portando dichos implantes que, según se informó, fueron fabricados ilegalmente con silicona industrial y no médica, por lo que tienen una alta tasa de roturas y filtraciones.

Investigaciones realizadas por el Instituto Nacional del Cáncer de Francia, donde 30,000 mujeres llevan estos implantes, tratan de verificar si existe un vínculo con esa silicona y el cáncer. En ese país se ha informado de ocho casos de cáncer en mujeres con implantes mamarios fabricados por PIP.

Muchos países, incluyendo los latinoamericanos, anunciaron el retiro o reemplazo quirúrgico de dichas prótesis en miles de mujeres. Algunas naciones realizarán el procedimiento de forma gratuita.

Se estima que más del 50% de las 300,000 prótesis vendidas por PIP llegaron a Suramérica, siendo los principales mercados Brasil, Argentina, Colombia, Venezuela y Ecuador.

En México y países de Centroamérica y El Caribe también se vendieron pero en menor cantidad.

En lo que respecta a Estados Unidos y Puerto Rico, los implantes de esa compañía nunca estuvieron disponibles para la venta, debido a que la Administración Federal de Drogas y Alimentos (FDA), los prohibió hace muchos años.

“Las mujeres que han tenido un implante mamario, cuyo proceso quirúrgico se realizó en EEUU, no tienen nada de qué preocuparse”, asegura el doctor Malcolm Z. Roth, presidente de la Sociedad Estadounidense de Cirujanos Plásticos y jefe de la División de Cirugía Plástica del Centro Médico de Albany, en Nueva York.

“En EEUU, tenemos un chequeo muy riguroso de la industria de los implantes mamarios, y la FDA una vez más ha afirmado que los implantes de $usados en EEUU -sólo dos compañías tienen la aprobación- son seguros”, enfatiza el doctor Roth.

Sin embargo, el médico estadounidense aclara que las mujeres que pueden estar afectadas son aquellas que se hicieron los implantes en sus países y luego se mudaron a EEUU, o las que viajaron de aquí para ponerse esos implantes en otro lugar.

No es un secreto que países como Venezuela, Brasil, Colombia, Argentina y República Dominicana, entre otros, se han convertido en un imán para pacientes extranjeros -muchos de ellos provenientes de EEUU- en busca de cirugías plásticas y cosméticas baratas.

Lamentablemente en muchos de estos países existen médicos falsos o sin certificación, licencia y experiencia necesaria para realizar este tipo de operaciones.

“Oímos de muchas personas que viajan a América Latina u otros países, porque pueden obtener buenos precios, pero no conocen la calidad y legitimidad del entrenamiento del cirujano plástico o si la clínica es segura. Es la misma historia de siempre: ‘si suena muy bueno para ser cierto, probablemente no lo es’. La gente debe tener mucho cuidado”, aconseja el doctor Roth.

Para ilustrar esta situación el doctor Oscar Fontalvo, cirujano plástico y miembro de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica, pone como ejemplo el caso de su país. “Un implante en EEUU está costando alrededor de 10,000 dólares, con un médico acreditado, mientras que en Colombia, con 5,000 la persona puede operarse y le sobra dinero para pagar los gastos del viaje de ida y vuelta”.

El doctor Fontalvo explica que aún no se ha demostrado que la silicona industrial como tal produzca cáncer, pero se sabe que puede generar una reacción inflamatoria y, por ello, ocasionar irritación en los tejidos y también tumoración dentro del organismo.

“Esa silicona, al tener unos compuestos inadecuados para su uso dentro del cuerpo humano, porque es industrial, ocasiona una irritación muy fuerte y la reacción de defensa del cuerpo es producido por un tumor que se llama siliconoma, y eventualmente hay mucho más riesgos de sufrir una gran infección”, explica el Dr. Fontalvo.

El cirujano indica que aquellas mujeres a quienes se les han roto los implantes deben estar pendiente de los siguientes síntomas: escozor, picazón o dolores que son intermitentes, es decir, que un día están y el otro día desaparecen.

Los otros síntomas -agrega el especialista- son más bien estéticos, como la aparición de deformidades físicas en la mama.

“El seno puede estar muy duro, por una contractura capsular severa de grado cuatro, que lo pone como una roca, porque hay un líquido inflamatorio alrededor de ese implante. La otra alteración estética es que el seno se pone muy blando, con múltiples pliegues, que es una reacción inflamatoria”, indica Fontalvo.

El médico, quien acaba de operar a una mujer en Cartagena, Colombia, luego de presentar una inflamación crónica en los ganglios producto del derrame de silicona dentro de su cuerpo, asegura que estas sintomatologías son algo nuevo para los cirujanos plásticos, quienes nunca habían trabajado con silicona industrial sino con la de uso médico o con solución salina.

La silicona industrial representa graves riesgos para la salud debido a que su contenido no es compatible con el organismo humano. Aunado a ello, su consistencia la hace más fácil de esparcirse dentro del cuerpo si se presenta una rotura o filtración en el implante.

“Si la silicona de uso médico se rompe, no se sale de la cápsula o se dispersa dentro del cuerpo porque es más espesa y con alto grado de viscosidad. Esto hace que no invada el tejido vecino”, explica desde Colombia el doctor Fontalvo.

“Por el contrario, la silicona industrial es más fluida, menos viscosa y se puede regar”, agrega el cirujano.

Fontalvo comenta que existe otro tipo de implantes mamarios que son hechos con solución salina -más usados en Estados Unidos- que presentan menos riesgos para el cuerpo porque si se rompe la prótesis el fluido es absorbido por el organismo y eliminado a través de la orina.

Si bien el gran porcentaje de implantes de silicona obedecen a un motivo estético –como el deseo de muchas mujeres de tener pechos más grandes–, un gran número recurre a este procedimiento como reconstrucción mamaria tras una extirpación total de seno por padecer de cáncer.

Los expertos consultados dan las siguientes recomendaciones para las mujeres que tienen planeado hacerse un implante mamario:

Acudir a un cirujano con credenciales y que esté abalado por la Sociedad Estadounidense de Cirujanos Plásticos, o por la del país donde se van a hacer la cirugía plástica.

Asegurarse de que el cirujano tenga el entrenamiento adecuado.

Percatarse de que los implantes que usarán sean de silicona médica o solución salina, y aprobados por la FDA.

No se someta a una cirugía si no saben qué tipo de implantes usará su doctor. El cirujano está en la obligación profesional de decir qué tipo de implante va a poner.

Las mujeres que creen tener implantes PIP deben comunicarse con el médico que las operó en sus países o con un $acreditado en Estados Unidos, para discutir las opciones que hay a su alcance.

También deben hacerse una ecografía (mamaria y axilar) para ver el estado en que están esas prótesis.

La decisión de si el implante debe ser removido o no, debe tomarse exclusivamente entre el paciente y quien fue su cirujano plástico.

Hasta el cierre de esta edición no se había reportado ningún caso de cáncer ni de muerte causado por los implantes PIP en Latinoamérica o Estados Unidos.

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