Tragedia toca otra vez a Wilmington
Dos adolescentes mueren a balas en una calle del peligroso vecindario de LA

La madre de Carolina Martínez llora junto al altar en el lugar donde murieron su hija y su novio, ambos de 16 años, el domingo. Crédito: J. Emilio Flores / La Opinión
La comunidad de Wilmington está de nuevo conmocionada por un crimen violento en ese vecindario de la bahía de Los Ángeles.
Los novios Meldrick Melgoza y Carolina Ramírez, ambos de 16 años, recibieron impactos de bala la noche del domingo en una calle por la que caminaban. Ambos murieron en el lugar.
Ayer por la tarde, familiares, amigos y vecinos se habían reunido en la esquina de la calle F y la avenida Bay View, donde ocurrió el tiroteo. La madre de Carolina, que no quiso ser identificada, lloraba desconsoladamente; los amigos y familiares dejaban veladoras, ositos y flores y escribían mensajes en un par de carteles con fotos de la pareja y los sobrenombres de las víctimas: “Pinky y Steam, nunca los olvidaremos”.
Según vecinos, alrededor de las 7:00 p.m. del domingo, Melgoza y Ramírez volvían de comer tacos en una lonchera cuando un auto los comenzó a perseguir. La mayoría de los testimonios coincidieron en que primero le dispararon a Melgoza y luego persiguieron a Martínez hasta dispararle a ella.
Contrario a reportes de la policía, los vecinos aseguraron que se trataba de un nuevo crimen de las pandillas latinas de la zona. Las jovenes víctimas, insistieron, no tenían afiliación con ninguna de ellas.
“Mi hija era su mejor amiga”, señaló Sofía Cruz y contó que las dos habían estado comiendo en la lonchera, minutos antes de la tragedia.
Cruz y su esposo criticaron los esfuerzos antipandillas de la ciudad de Los Ángeles y señalaron que el crimen del domingo probablemente causaría represalia.
“Ahora van a ir a matar a otros dos, del otro lado, es de nunca acabar. Que nos den el dinero a nosotros, los vecinos, así podemos proteger a nuestros hijos”, dijo Cruz.
“Esta es la sexta vez en el año que [las pandillas] matan a alguien”, señaló por su parte Paul Jiménez.
De hecho, las muertes de Melgoza y Ramírez representan el séptimo y octavo asesinato reportado en Wilmington en lo que va del año. Desde 2007 se han reportado 53 homicidios en el sector de Wilmington, lo que convierte la zona en uno de los vecindarios más peligrosos de la ciudad.
Ayer, la policía no tenía un motivo por la muerte de la pareja y no se había realizado ningún arresto en el caso. Wendy Reyes, vocera de LAPD, dijo que el caso estaba bajo investigación y no podía revelar más detalles.
Pero Efrain Íñiguez, otro vecino, dijo que los crímenes son cada vez más comunes. “La policía anda en sus motos haciendo multas, en lugar de ponerse duro con los que hacen maldad”.
Íñiguez dijo que había pensado en mudarse, pero que no podía costearlo. “Lo que más me duele es que nos estemos matando entre nosotros, entre latinos”, agregó.