Político bajo fuego por un regalito sexual
En Puerto Rico hoy no se habla de otra cosa que no sea el obsequio que García Padilla hizo a su esposa
En Puerto Rico tembló la tierra esta madrugada; la robusta Presidenta de la Cámara de Representantes gastó casi $1,400 en donas de Krispy Kreme; al cantautor Draco lo van a someter a quimioterapia y la ola criminal sigue sin freno. Pero de eso muy poco se habla hoy en la Isla de Encanto, donde el tema de conversación que impera es la supuesta visita a un “strip club” del candidato a la gobernación por el Partido Popular Democrático (PPD), Alejandro García Padilla.
Al político se le imputa que hace unos cuantos años, cuando dirigía la Secretaría del Departamento de Asuntos al Consumidor, gastó $47.25 visitando el “strip club Show Girls” en Seattle, en donde estaba en un viaje oficial (pagado con fotos del estado).
Sin embargo, García Padilla, a través de varias entrevistas, ha rechazado los señalamientos y ha insistido en que lo que compró fue un regalo para su esposa en un “sex shop” de la zona, luego de culminar sus gestiones oficiales.
Según el también exlegislador, en su tiempo libre entró a una tienda para adultos y “le compré un regalo a mi esposa (Wilma Pastrana)… Le compré un regalo a mi esposa que costó 47 pesos”. Aunque se le ha preguntado con insistencia, García Padilla no ha revelado qué fue lo que le compró a su mujer.