Mexicanas demandan a patrono “explotador” en NYC
Tres mujeres alegan que se les obligaba a trabajar 13 horas corridas por una paga de $40 diarios
Nueva York, 15 Mar – Tres inmigrantes mexicanas entablaron una demanda federal en Nueva York contra su empleador, un fabricante de piñatas, por abuso, explotación y condiciones peligrosas laborales.
De ganar la demanda, interpuesta el pasado 8 de marzo, las inmigrantes podrían obtener una compensación de hasta $300 mil por robo de salarios y tiempo extra, más lo que un tribunal determine que serían los daños secundarios.
Las mujeres, quienes trabajaban para la empresa Balloons Party, denunciaron que eran mantenidas encerradas en un sótano, que calificaron de húmedo, frío y estrecho, y que tenían que trabajar en condiciones peligrosas debido a los materiales químicos e inflamables que estaban en el lugar sin ventilación.
Verónica Domínguez, originaria de Córdoba, estado de Veracruz, dijo que trabajó en la compañía por casi un año desde las ocho de la mañana a las nueve de la noche y sin el pago de horas extra.
“Estamos demandando por falta de pago, que sea honesto. Nos pagaba $40 por el día de trabajo”, dijo Domínguez, quien llegó a Estados Unidos hace 11 años.
La demandante, que tiene dos hijos aquí y una hija en México a quien se le ha hecho difícil enviar dinero por su situación laboral, manifestó que sus familiares le pedía que cambiara de trabajo, pero la crisis en el mercado laboral la hacía permanecer.
“Mucha gente le habla a uno muy bonito de Estados Unidos, que uno viene a ganar dinero para mandar para México, pero en esta temporada está costando bastante. Quería tener una mejor vida y no he hecho nada todavía”.
Artemio Guerra, abogado de la Oficina Católica de Inmigración y quien representa a las inmigrantes, señaló a Notimex que la demanda busca bajo la ley estatal federal y estatal el pago de salario mínimo y tiempo extra, además de despido ilegal y daños por discriminación contra Laura Vidal por su embarazo.
“Queremos que nos paguen por el trabajo que hicimos, pero también estamos haciendo esto porque queremos asegurarnos que empleadores no tomen ventaja de más trabajadores inmigrantes”, señaló Vidal, del estado de Puebla.
María de Lourdes Díaz, quien vino desde el estado de Guerrero, fue quien buscó la ayuda en la oficina Católica motivada por lo que denominó “condiciones abusivas” laborales.
“Los vapores de los productos químicos y pintura nos enfermaron porque no había ni ventanas o ventilación. Si alguna abría la puerta del sótano, nuestro jefe la cerraba de inmediato”, afirmó Díaz.
La Oficina Católica de Inmigración es una organización de asistencia gratis a trabajadores inmigrantes sin ánimo de lucro que trabaja de la mano con el Departamento de Trabajo y los consulados latinoamericanos con sede en Nueva York.
Domínguez dijo que espera que mujeres como ella “no se dejen” que siempre habrá personas que las oriente y ayude para salir adelante.
“Muchas veces uno deja que estas cosas pasen porque no hay trabajo, y uno aguanta, pero lo importante es que nos den buen trato. Este tipo de patrones no deben de existir”, puntualizó.
El estatus migratorio no tiene ningún impacto sobre el derecho que tiene un trabajador a recibir un salario mínimo, pago de tiempo extra, y libres de discriminación y condiciones hostiles de trabajo.
“Desafortunadamente el robo de salarios para los trabajadores inmigrantes es algo muy común. Estudios recientes reportan que uno de cada tres trabajadores inmigrantes en la economía de la ciudad de Nueva York ha experimentado robo salarial”, detalló Guerra.
La demanda, que fue interpuesta el 8 de marzo en la Corte Federal de Brooklyn, ya fue notificada a Arcadio Marín, representante legal de la fabricante de piñatas.