¿Fue la inmigración ‘ilegal’ una creación?
Estudio asegura que la inmigración sin papeles es consecuencia de las propias políticas para impedirla
La existencia de 11 millones de indocumentados, un sistema complejo de leyes que no funcionan para la economía del país ni para los migrantes y un extraordinario gasto en detención y procesamiento de inmigrantes son consecuencia de políticas que supuestamente iban dirigidas a lograr todo lo contrario, afirma un nuevo estudio de la Universidad de Princeton publicado esta mañana.
La mayor característica de la realidad migratoria de los Estados Unidos desde 1965 es que a partir de ese año la inmigración “ilegal” o indocumentada comenzó a convertirse en un problema o más, bien, comenzó a existir.
Antes de 1965, 450,000 mexicanos venían a trabajar a Estados Unidos con el programa Bracero y generalmente era una migración “circular”, es decir que los trabajadores se quedaban temporalmente y luego regresaban a México.
“Pero cuando el programa terminó en 1965, se acabó la disponibilidad de migrantes o trabajadores, pero no la necesidad de la economía y de los negocios en Estados Unidos en contratarlos”, explica el estudio.
En otras palabras, los inmigrantes que antes eran “braceros” o trabajadores temporales se convirtieron a partir de entonces en “inmigrantes ilegales” y por consecuencia, se les apuntaba con el dedo como problema.
Una segunda característica de la inmigración a partir de esa fecha es el aumento en la cantidad de de latinoamericanos hacia este país, cuya consecuencia ha sido tras décadas un cambio demográfico profundo, aumentó considerablemente.
“El aumento de la inmigración mexicana, centroamericana y en menor escala, suramericana, no fue un resultado directo de cambios realizados en los sesentas, sino más bien un efecto no intencionado de estos”, afirman los sociólogos Douglas Massey y Karen Pren, de la Oficina de Investigaciones sobre Población de Princeton.
En 1965 la ley de inmigración también creó cuotas máximas de inmigración legal por país de 20,000 personas cada año para todos los países del mundo. Anteriormente, las cuotas migratorias de Estados Unidos estaban dictadas por los vaivenes políticos y los prejuicios del momento. La reforma de 1965 tenía la intención de eliminar esos prejuicios raciales.
Estas cuotas, combinadas con la falta de un sistema de inmigración temporal impulsaron a más latinoamericanos a inmigrar permanentemente a los Estados Unidos, alegan los estudiosos.
Posteriormente las guerras en centroamerica y los reforzamientos fronterizos periódicos motivados principalmente por la política, contribuyeron a cementar un sistema que produce más “indocumentados” que inmigrantes legales.
El estudio completo puede leerse en inglés en http://wws.princeton.edu/coverstories/Massey_LatinAmericaImmigrationSurge/