Los Yankees apuestan a sus veteranos para conseguir otro anillo

Los Bombarderos del Bronx son el único equipo de las Grandes Ligas cargado de jugadores de avanzada edad

A sus 42 años Mariano Rivera llega al Entrenamiento de Primavera con los Yanquis en la que puede ser su última temporada.

A sus 42 años Mariano Rivera llega al Entrenamiento de Primavera con los Yanquis en la que puede ser su última temporada. Crédito: AP

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Nueva York — El número de la camiseta de Mariano Rivera es el 42 y esa es precisamente la edad del relevista panameño, tal vez en el umbral de la última temporada de una ilustre carrera de principio a fin con el mismo equipo: los Yakees de Nueva York.

Aburrido en casa, echando de menos el fragor de la competencia, Andy Pettitte decidió poner fin a su retiro de una temporada. Cumplirá 40 años en junio.

Derek Jeter llegará a los 38 ese mismo mes y Alex Rodríguez apagará velas al mes siguiente con sus 37.

Mientras en el resto de las Grandes Ligas se aprecia una clara tendencia a rejuvenecer las nóminas, los Yankees son un equipo cargado de jugadores de avanzada edad. Tanto así que el jardinero Brett Gardner es el único de sus titulares en la alineación menor a los 29 años, los cuales alcanzará en agosto.

Pero los “viejitos” del conjunto del Bronx no son gente cualquiera.

Jeter, A-Rod y compañía aún tienen batería, capaces de rendir a esta altura de sus carreras. Y son ellos —junto a una rotación de lanzadores abridores más robusta— los que guardan las claves para conseguir un tercer título de división en cuatro años e intentar acabar con la “sequía” (bajo los parámetros Yankees) de dos años seguidos sin ganar la Serie Mundial.

Cuando el receptor Jorge Posada oficializó su retiro en enero, se creyó que Rivera y Jeter quedaban como los últimos sobrevivientes del idolatrado cuarteto de peloteros que al unísono salió campeón en cinco ocasiones (1996, 1998-2000 y 2009).

Pero Pettitte decidió volver y los Yankees no lo pensaron mucho en abrirle las puertas: “Es como si nunca me hubiese ido”, dijo el zurdo.

“La parte esencial siempre es poder estar sanos”, asegura Jeter.

David Ortiz, el designado de Boston y viejo rival de los Yankees, planteó una de las mejores reflexiones sobre el regreso de Pettitte.

“Los Yankees le han dado la oportunidad de volver y poder lanzar porque creen que puede hacerlo, pero ya no tiene 25 años. ¿Me entienden lo que quiero decir? Los Yankees también saben del riesgo de que no le vaya bien”, dijo Ortiz. “Si le va mal, ustedes (la prensa) saldrán a decir, ¿’bueno, ya no tiene 25 años, se tomó un año’. ¿Tiene como 39 años? Todo eso va en su contra. Si vuelve y lo hace bien, ya dirán, ‘es un fuera de serie”’.

Este es el mismo equipo que el año pasado conquistó el banderín de la división Este de la Liga Americana, pero el que también naufragó en la primera ronda de los playoffs al enfrentarse con Detroit. Ese fracaso se sumó a la derrota ante Texas el año previo en la serie de campeonato del circuito.

Mientras otros clubes se conforman con marca de .500, para Nueva York clasificarse a la postemporada causa bostezo.

El premio de verdad, lo único válido, es conseguir un 28vo campeonato.

“Ni siquiera ir a la Serie Mundial basta. Hay que ganarla”, dice Rodríguez.

Disminuido por lesiones en las rodillas que lo limitaron a 99 juegos, la producción de Rodríguez fue muy pobre. Su cuota de jonrones declinó de 30 a 16 y el total de impulsadas bajó de 125 a 62. Por primera vez en 13 años, el tercera base no logró hacer el mínimo de 30-100.

No fue el único titular con retroceso importante. El promedio ofensivo del inicialista Mark Teixeira cayó de .292 a .248. Una fuerte segunda mitad permitió que el campocorto Jeter subiese el suyo a .297, luego de un pésimo arranque.

Notables temporadas del intermedista Robinson Cano y el jardinero Curtis Granderson sirvieron para compensar el descenso de sus compañeros. Cano conectó 28 jonrones con 118 remolcadas, mientras que Granderson pegó 41 vuelacercas y trajo 119 anotaciones.

La única novedad en el orden ofensivo es la llegada de Raúl Ibáñez con la encomienda de ser el bateador designado que enfrentará a lanzadores derechos.

Es un equipo que quiere ajustarse el cinturón.

Durante la pretemporada, la familia Steinbrenner expresó que quiere reducir a $183 millones la nómina de salarios.

Algunos se reirán con semejante cifra al considerar que hay otros clubes que a duras penas se gastan más de 50 millones, pero en su debida dimensión estos son unos Yankees con claras intenciones de ser menos derrochadores.

Nueva York lleva 13 años seguidos al frente de la lista de salarios —el año pasado superaron los 212 millones— y siempre ha tenido que pagar el llamado impuesto de lujo por rebasar el límite fijado para las nóminas salariales.

“Yo no estoy convencido que se necesite gastar tanto para poder tener un equipo de calibre”, dijo el presidente ejecutivo Hal Steinbrenner.

Hay más énfasis en sacarle rédito al talento en las menores y ahora mismo cuenta con una prometedora camada de lanzadores, incluyendo al mexicano Manny Bañuelos y al dominicano Dellin Betances.

A los Yankees les esperan importantes decisiones a corto plazo sobre su personal.

Cano, quien este año será el tercer bate, será agente libre tras 2013. Hay que recordar que tiene a Scott Boras de agente y eso implica negociaciones largas y por cifras enormes.

La agencia libre llega al finalizar la campaña para el jardinero Nick Swisher y el receptor Russell Martin. Si Rivera se retira, el monto ahorrado entre los tres sería de casi 33 millones.

La presencia de Pettitte produjo un sobrante de brazos en la rotación: siete abridores para cinco plazas. Y eso que hace poco traspasaron a A.J. Burnett a Pittsburgh.

Sabathia (19-8) e Hiroki Kuroda (13-16 con los Dodgers de Los Angeles) fueron los fijos de entrada.

El dominicano Iván Nova (16-4), Phil Hughes (5-5) y el venezolano Freddy García (12-8) completan el grupo.

Todo hacía prever que el veterano García iba a quedar en la función de relevo largo, pero la baja por lesión de Michael Pineda (tendinitis en el hombro) le facilitó un puesto. El dominicano Pineda (fue al Juego de Estrellas en su año de novato en 2011) fue la pieza importante en el canje en el que Nueva York transfirió al prometedor receptor venezolano Jesús Montero a Seattle.

Girardi volverá a tener que revisar sus opciones dentro de un mes, cuando Pettitte deba estar listo para lanzar y Pineda recuperado.

Y en el bullpen sigue Rivera, el mejor cerrador de la historia. Viene de una enésima campaña formidable (1.91 de efectividad con 44 rescates en 49 oportunidades). David Robertson (1.08) le acompañó en el Juego de Estrellas. El dominicano Rafael Soriano (4.12) intentará redimirse tras un flojo primer año, pero Boone Logan es el único zurdo del bullpen.

En una división en la que que compiten con Boston y Tampa Bay, más Toronto cada vez más fuerte, los Yankees se deben cuidar de cualquier mala racha.

“Está igual de dura. Va a ser una pelea extremadamente fuerte”, advirtió Girardi. “Cada partido va a ser importante”.

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