Funcionarios de EE.UU. se gastan $800,000 en Las Vegas
En el encuentro se celebró una ceremonia de entrega de premios, alfombra roja y más de 50 gerentes de la GSA se alojaron en suites de lujo
Washington – El Congreso de EE.UU. comenzará hoy a investigar una convención de funcionarios en 2010 en Las Vegas que costó más de $800,000 en dinero público y de la que se hicieron bromas sobre el dispendio de una ceremonia digna de Hollywood.
Los responsables de la Administración de Servicios Generales (GSA, por su sigla en inglés) se enfrentan a unas pesquisas que intentan determinar cómo se pudieron gastar unos $823,000 en una conferencia de cuatro días que se suponía que tenía como objetivo poner en común experiencias y fomentar el trabajo en equipo.
En aquel encuentro, en el que se celebró una ceremonia de entrega de premios y hasta hubo alfombra roja, más de 50 gerentes de la GSA se alojaron en suites de lujo de hoteles de Las Vegas, mientras que varios responsables se pagaron viajes previos con sus familias con el pretexto de organizar el encuentro.
El Congreso ha abierto una investigación para depurar responsabilidades por ese excesivo gasto, por el que hace dos semanas dimitió la administradora de la GSA, Martha Johnson, quien también despidió a dos de los miembros de su equipo.
Los costos de la opulenta reunión de funcionarios, en la que se bromeó sobre los gastos realizados, superan los límites autorizados por el Gobierno para este tipo de eventos.
Al mismo tiempo, se realizaron regalos como iPad u otros aparatos electrónicos, que superan con creces lo que las agencias gubernamentales tienen por costumbre obsequiar a sus empleados.
El Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes comenzará hoy a entrevistar e investigar sobre el escándalo de la costosa conferencia de Las Vegas, al tiempo que intentará arrojar luz sobre la cultura corporativa de la agencia gubernamental.
Según indicó hoy a la CNN, el presidente del comité, Darrell Issa, representante republicano por California, la investigación tiene como objetivo asegurarse de que este tipo de dispendio “no vuelvan a suceder de nuevo”.
Issa indicó que habrá “cero tolerancia” con este tipo de comportamientos y se hará lo necesario para cambiar la cultura interna que ha permitido este abuso de fondos públicos.
La GSA es una agencia pública encargada de gestionar las finanzas del Gobierno federal, así como la red de edificios y oficinas gubernamentales.