Los ‘dreamers’ siguen en el limbo
Pedro Gutiérrez ha estado a punto de ser deportado a su natal México
Redaccion – Pedro Gutiérrez, un joven huérfano de 24 años que fue traído por su abuelita a Estados Unidos cuando tenía 6, ha estado dos veces a punto de la deportación.
Hace un año tenía fecha de salida y, tras una intensa campaña de grupos simpatizantes, el gobierno de Estados Unidos le ofreció un permiso de un año para permanecer en el país.
Este año volvió a ocurrir lo mismo: el temor de ser deportado, la inminente fecha de salida y de nuevo un permiso de última hora, que se dio a conocer minutos antes de una teleconferencia preparada para divulgar el caso del joven.
“No hay manera de prepararse para una deportación. Imagino un país, México, del que casi no se nada. Para mí, un país extranjero”, dice Gutiérrez.
Activistas en Arizona y en Washington han intervenido en el caso de Gutiérrez desde su primera “casi” deportación. Los activistas y el abogado de Gutiérrez, Mo Goldman, afirman que el joven es el “típico caso que hubiera sido elegible para el Dream Act”.
“El año pasado habían diferido su deportación y este año pensábamos que la extensión no iba a costar mucho. Pero luego de solicitarla nos informaron que había sido negada y que lo iban a deportar”, dijo Goldman.
Gutiérrez tiene aspiraciones de ser Marine de los Estados Unidos, igual que su abuelo. Su deseo ha sido inútil hasta ahora ya que no tiene un permiso de residencia, el estatus mínimo necesario para enlistarse. Tampoco ha podido seguir estudios superiores.
“Fui al college a ver si me inscribía en algo pero me pedían seguro social, intenté entrar en los Marines para hacer orgulloso a mi abuelo y a mí mismo y me dicen que no puedo”, apunta Pedro. “La verdad no me dejan muchas opciones”.