Calderón cierra su gira en Houston hablando de frente con mexicanos
El presidente de México Felipe Calderón se reunió con funcionarios y empresarios locales durante su visita a Houston
El presidente de México Felipe Calderón con un discurso divertido y serio a la vez convenció a muchas de las 600 personas que llegaron al centro comunitario Ripley House, en Houston, el miércoles por la noche.
Calderón es el primer presidente mexicano en la historia de esta ciudad que se reúne con sus paisanos y durante el encuentro hizo reír a muchos en la audiencia, recibió aplausos y captó la atención de los presentes con los diferentes temas que tocó.
El mandatario habló sobre economía, salud, educación, violencia. También reconoció la valentía de los inmigrantes y pidió que el gobierno estadounidense respete a los mexicanos que vienen a ganarse la vida en este país.
“A mí no me interesa que sigan saliendo personas de nuestro país a los Estados Unidos porque a México nos duele, se nos van líderes de nuestras comunidades, padres, hijos, hermanos, pero lo que sí me interesa es que a nuestros paisanos que están aquí (en Estados Unidos) se les trate con dignidad”, dijo Calderón.
La visita del presidente de México Felipe Calderón a Houston comenzó el miércoles con un almuerzo en las oficinas del Banco de Reserva Federal en la Ciudad Espacial. La organización empresarial Greater Houston Partnership recibió al mandatario un poco antes del medio día. Calderón venía acompañado por su esposa Margarita Zavala y la comitiva participante en esta gira de trabajo por Estados Unidos.
El presidente llegó a la Ciudad Espacial luego de haber visitado Washington DC, donde recibió el reconocimiento Teddy Roosevelt de la Fundación de Caucus Conservacionista Internacional del Congreso estadounidense.
La reunión en Houston que sostuvo el mandatario con algunos de los funcionarios y empresarios más importantes de la ciudad fue de casi dos horas. Durante su discurso, según algunos de los invitados al evento privado, el presidente mexicano tocó lo temas de la inmigración, la importancia del comercio que hay entre esta ciudad y México y la problemática de los carteles del narcotráfico.
El sheriff del Condado de Harris, Adrián García, dijo que tuvo un pequeño dialogo con Calderón donde hablaron de la importancia de colaborar para combatir el narcotráfico.
“Es un presidente que está muy comprometido con la lucha contra el tráfico de drogas y me dijo que valora mucho lo que estamos haciendo de este lado de la frontera y que espera poder seguir trabajando con nosotros”, dijo García.
A las afueras del Banco de Reserva Federal se presentó un grupo de manifestantes que pedían un alto a la violencia en México.
Luego de su reunión con el Greater Houston Partnership, el presidente mexicano tuvo una junta privada con la alcaldesa de la ciudad Annise Parker, que le otorgó a Calderón las llaves de la ciudad, y después Calderón se dirigió a la Universidad de Rice donde se reunió con el exsecretario de estado de Estados Unidos, James Baker.
La última parada de Calderón fue en el centro comunitario Ripley House, en el este de la ciudad, donde se reunió con líderes de la comunidad mexicana en Houston por la tarde.
Sobre la calle Navigation, afuera del recinto donde se realizó el encuentro, marcharon manifestantes de personas rumbo al Ripley House.
El mandatario atendió algunas preguntas del público, incluida una de los manifestantes.
“Señor presidente, venimos a pedirle que nos ayude a que se acabe el despotismo en el Consulado General de México en Houston y que se quite del cargo al cónsul Luis Malpica y de Lamadrid”, dijo José Luis Lopez Tapia, director de la Asociación Guerrerense.
El presidente se comprometió a investigar las quejas contra el Consulado General de México en Houston y antes de irse atendió de forma muy personal a los manifestantes. Calderón se acercó a los manifestantes para asegurarles que la libertad de religión no será amenazada por la posible reforma del Artículo 24 de la Constitución mexicana.
“Les aseguro que en México se va a respetar la libertad de la religión, pienso que hay un mal entendido y les garantizo que en nuestro país uno es libre de creer en lo que quiera”, dijo Calderón afuera del Ripley House de Houston, rodeado por decenas de manifestantes que aplaudieron su gesto y lo despidieron con una porra.
“Se mira se siente, Calderón está presente, se mira se siente Calderón está presente”, se escuchó en el lugar.