El Empire State pronto perderá su reinado
En una semana, la torre principal que se levanta en el WTC será la más alta de Nueva York
Nueva York – La principal torre del nuevo World Trade Center (WTC), donde alguna vez se erigieron las Torres Gemelas, le arrebatará al emblemático Empire State Building el título de mayor rascacielos de Nueva York la semana que viene, cuando probablemente alcanzará los 381 metros de altura.
“En los próximos días, si nos lo permite el clima y puede que tan pronto como el lunes, la Torre 1 del World Trade Center será el edificio más alto de Manhattan, eclipsando al Empire State Building”, aseguró el director ejecutivo de la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey, Pat Foye, según publica hoy el diario New York Post.
Así, la alguna vez llamada Torre de la Libertad se impondrá en unos días en el “skyline” de la Gran Manzana sobre el icónico Empire State, un edificio Art Decó construido en 1931 que ha sido el mayor rascacielos de la ciudad desde que los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 destruyeron las Torres Gemelas.
Pero las obras de construcción del nuevo rascacielos del World Trade Center avanzan imparables y de hecho el edificio se asoma ya imponente en el sur de Manhattan con sus cien pisos de altura, por lo que todo parece indicar que su inauguración podrá estar lista para finales de 2013 o principios de 2014 como se había previsto.
Una vez esté completada, la Torre 1 del WTC dominará el horizonte neoyorquino con sus 104 pisos y 541 metros de altura, que equivalen a 1.776 pies, una cifra cargada de simbolismo porque ése fue el año en que Estados Unidos se independizó formalmente del Imperio Británico.
Además, el rascacielos contará con una azotea situada a una altura de 417 metros, exactamente la misma que tenían las Torres Gemelas, que hasta que fueron destruidas por los ataques terroristas del 11-S eran las más altas de la Gran Manzana desde su construcción en 1972.
El 55 por ciento del espacio de oficinas de la Torre 1 del WTC ya tiene inquilinos, entre los que destaca la editorial Condé Nast, propietaria de cabeceras como The New Yorker o Vanity Fair, que firmó el año pasado un acuerdo para alquilar durante 25 años una tercera parte del edificio.