Centran sus ataques en Peña Nieto

Peña Nieto recibe todos los dardos en el primer debate presidencial en México

Los cuatro candidatos presidenciales posan antes de iniciar el debate.

Los cuatro candidatos presidenciales posan antes de iniciar el debate. Crédito: Notimex

MÉXICO, D.F.—Tres de los cuatro aspirantes presidenciales centraron anoche el primero de dos debates antes de las elecciones del 1 de julio en reproches y acusaciones sobre el mal gobierno y los desatinos de cada cual, aunque el blanco principal fue sin duda el puntero de las encuestas Enrique Peña Nieto.

El candidato de la alianza Compromiso por México, entre el PRI y el Partido Verde, recibió al menos una veintena de embates de sus rivales del Partido Acción Nacional (PAN), Josefina Vázquez Mota, y el izquierdista de la coalición Movimiento Progresista, Andrés Manuel López Obrador (AMLO); entre los dos últimos no hubo ataque alguno.

Peña Nieto, exgobernador del Estado de México (2005-2011) fue cuestionado en dos flancos: por su gestión y la de su partido que gobernó el país durante 72 años.

“Lo mejor de la justicia es no ser parte del crimen organizado”, concluyó Vázquez Mota para vincular de un solo tajo los rafagazos de la noche contra el priista en su entidad: ya los crecientes fenminicidios, o las 20 millones de extorsiones o la muerte de la niña Paulette Gebara que fue encontrada en su cama tras días de búsqueda de la policía mexiquense.

Porque según la panista, siete de cada 10 homicidios relacionados al narcotráfico ocurren en estados gobernados por el PRI o porque durante la administración del exgobernador los homicidios, afirmó la contrincante, pasaron de 16 a 76 por cada 100 mil habitantes.

En las intervenciones que se intercalaban con las propuestas temáticas de economía, seguridad y desarrollo social, López Obrador también fue a la yugular: “Para ahorrar dinero no hay que ser corrupto”, dijo para golpear uno de los ángulos más débiles del PRI.

El izquierdista no dudó en sacar fotos de Peña Nieto al lado de personajes de la política que actualmente son en la opinión pública símbolo de corrupción, entre ellos el expresidente Carlos Salinas de Gortari así como el también exmandatario mexiquense y tío del candidato, Arturo Montiel, y hasta con el dictador Antonio López de Santa Ana.

“No se dejen engañar – dijo López Obrador- nos pueden llevar al despeñadero”, agregó.

Durante las dos horas del evento, Peña Nieto sorteó el duelo entre argumentos a la defensiva y asaltos precisos en la que acorraló también a sus rivales.

“Las reformas estructurales no se lograron porque usted sólo acudió a siete de cada 10 sesiones cuando fue coordinadora de su bancada en la Cámara de Diputados”, dijo a Vázquez Mota quien achacó al PRI el bloqueo de los grandes cambios, principalmente en el ámbito laboral.

Tras varias evasivas, la panista respondió que ella sí estuvo presente en el 90% de los debates parlamentarios, pero el priista insistió en que el ausentismo quedó en los registros electrónicos del Congreso. “Miente”, afirmó.

Para López Obrador también tuvo una serie de embestidas: “Si la televisión hiciera presidentes usted sería ahora presidente” porque gastó 600 millones de pesos en comunicación social cuando fue jefe de Gobierno del Distrito Federal.

En la réplica, la cabeza de Movimiento Progresista dijo que él gasto tal cantidad, pero durante seis años, mientras que el exgobernador gastó 1,000 millones de pesos sólo en un año. Los desmentidos se enredaron sin frutos.

En medio de los asaltos, el candidato del Partido Nueva Alianza (Panal), Gabriel Quadri, fue el que aprovechó sus intervenciones para mostrarse como “la alternativa ciudadana”.

“Los políticos de siempre pelean unos con otros”, repetía al exhibir sus ideas: privatizar las cárceles, eliminar los monopolios de Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad, hacer una auditoría ciudadana para revisar el gasto público, pasar las cárceles de reos de baja peligrosidad a manos privadas “como en Estados Unidos”…

“Vinieron con las navajas muy afiladas”, acometía Peña Nieto entre propuesta y propuesta: universalizar el sistema de seguridad social y la educación , bajar los índices de pobreza, mejorar la atención al campo, conservar la presencia del Ejército en estados donde continúa la alta presencia del crimen organizado, reducir la pobreza…

“En su estado hay 1.2 millones de pobres, ¿qué hizo por ellos?, arremetió López Obrador sin dar respiro, pero agudo en su plan “del cambio: pensión universal para adultos mayores, medicinas, becas, una fiscalía anticorrupción, reducir los sueldos de la alta burocracia a la mitad. “No más viajes ni viáticos”.

Vázquez Mota colaba sus planes mientras la batalla se alejaba de sus terrenos: una banca de desrrollo independiente de la Secretaría de Hacienda, duplicar las compras del gobierno a las pequeñas y medianas empresas, un seguro de desempleo, reducir la economía informal, cadena perpetua para funcionarios corruptos.

“No voy a dar tregua al crimen”, insistió.

En su mensaje de despedida se fue por un mensaje positivo: “Todos podemos ser exitosos”, concluyó. Quadri se apuntó con los votantes: “Sin tí, los políticos no son nada”. “No me califique”, reprochó Peña Nieto hasta el final a Josefina. “Me voy a someter a consulta para que la gente diga si sigo gobernando o no”, despidió López Obrador.

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