Reo demanda por condiciones carcelarias en Texas
Condenado a muerte también acusa al gobernador, Rick Perry, y al senador estatal, John Whitmire.
Dallas (Notimex).- Un reo condenado a la pena máxima, Thomas Whitaker, interpuso una demanda contra el Departamento de Justicia Criminal de Texas, “por las inhumanas y anticonstitucionales condiciones” impuestas a los sentenciados a muerte.
La demanda, que también acusa al gobernador de Texas, Rick Perry, y al senador estatal, John Whitmire, argumenta que se les niega atención de salud física y mental, teléfonos y ejercicio necesarios, pero también alimentos adecuados.
Sostiene que a varios reos se les ha sometido a confinamiento solitario, sin ninguna justificación basada en su conducta, y asegura que las celdas presentan peligrosas e inseguras condiciones de vida.
Además, acusa que les han quitado las sillas de ruedas a quienes no pueden caminar, se les niega la libertad de practicar su religión, y con frecuencia se registra la destrucción y la pérdida de los documentos legales necesarios y del retraso de la correspondencia.
Una Corte Federal del Distrito Sur de Texas dictaminó en 1980 que las condiciones de los prisioneros en Texas eran anticonstitucionales.
El caso, presentado como demanda civil contra el Departamento de Justicia Criminal de Texas por el recluso David Ruiz Reséndiz se convirtió en la demanda de mayor alcance en términos y condiciones de encarcelamiento de las prisiones en la historia de Estados Unidos.
La Corte dictaminó también entonces que los reos en pena de muerte necesitaban presentar una demanda separada para atender su singular situación.
Whitaker señaló en un comunicado hecho llegar a los medios de comunicación desde la Unidad Carcelaria Polunsky, donde Texas mantiene a los reos sentenciados a muerte, que su demanda corresponde a la señalada por la Corte hace más de tres décadas.
El reo Whitaker fue sentenciado a la pena de muerte por su colaboración con Chris Brachere en el homicidio en 2003 de dos integrantes de la madre y hermano de Brachere.
Chris Brachere planeó las muertes para recibir una herencia de $1.5 millones.