Olvidan a parientes de víctimas del 9/11

Doce inmigrantes que son familiares de trabajadores que murieron en los ataques llevan más de una década esperando que el gobierno de Estados Unidos los ayude a quedarse en el país y les entregue tarjetas de residencia

NUEVA YORK – Doce inmigrantes que son parientes de trabajadores que murieron en los ataques del 11 de septiembre llevan más de una década esperando que el gobierno de Estados Unidos los ayude a quedarse en el país y les entregue tarjetas de residencia permanente.

“Creo que este país debería actuar con compasión en el trato de todas víctimas de los ataques del 11 de septiembre, independientemente de su estatus migratorio”, dijo el viernes la congresista Carolyn Maloney a The Associated Press.

Maloney, que representa zonas de Manhattan y del condado de Queens ante la Cámara de Representantes, presentó la propuesta y aseguró en 2009 que se trataba de echar una mano a un pequeño grupo de personas cuyas vidas quedaron destrozadas debido a una tragedia nacional.

Los inmigrantes son en su mayoría parientes de trabajadores del restaurante Windows of the World que se encontraba en una de las Torres Gemelas.

Las esposas, esposos o hijos de las víctimas no tenían autorización para vivir en Estados Unidos cuando ocurrieron los ataques en el bajo Manhattan. Ahora, y después de lograr protección humanitaria en 2008, cuentan con un permiso de trabajo temporal que han de renovar periódicamente, pero buscan una solución permanente a su situación migratoria.

Debra Steinberg, abogada del grupo, rechazó el jueves hablar con The Associated Press.

La solución no llega para estos inmigrantes porque un proyecto de ley que permitiría otorgarles la residencia ha quedado estacado en el Congreso.

La congresista explicó que reintrodujo el proyecto de ley junto su colega Jerry Nadler, de la Cámara de Representantes, y quien representa la zona de las Torres Gemelas en Washington.

“Espero que el Congreso eventualmente vote la medida”, agregó Maloney.

Alejandro Romero, un mexicano que trabajó casi tres años en Windows of the World, conoció bien a muchos de los hispanos que trabajaban con él y que perecieron en los ataques. Romero, de 37 años y nacido en el estado de Puebla, se salvó ese día porque le tocaba trabajar en la cocina del restaurante durante el horario de tarde.

El inmigrante dijo que los parientes de las víctimas merecen ser ayudados.

“Deberían haberles dado las green card hace mucho tiempo. Es lo mínimo que pueden hacer por ellos”, dijo el hispano, quien trabaja en la cocina de otro restaurante. “Muchas personas murieron. Tendrían que darles papeles a los familiares”.

Los 12 inmigrantes fueron compensados económicamente hace años por el Fondo de Compensación de Víctimas del 11 de Septiembre, recibiendo cifras que oscilaron entre los $875,000 y $4 millones.

Sin embargo, recibir la residencia permanente ha sido y será difícil porque hay legisladores como el republicano Steve King que se oponen al proyecto de ley. King ha dicho que si se compensa a este grupo entonces el gobierno se verá obligado a compensar a todos los inmigrantes sin autorización para vivir en Estados Unidos con parientes en el país que mueren en accidentes. Una portavoz de la oficina de King no respondió hoy a un mensaje de Associated Press.

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