Atentado sirio, el más brutal

Es el ataque 'más sangriento' que ha ocurrido en la zona

Fuego, humo y varias muertes causó la explosión de dos coches bomba en Qazaz, Siria.

Fuego, humo y varias muertes causó la explosión de dos coches bomba en Qazaz, Siria. Crédito: AP

DAMASCO, Siria (EFE).- La explosión de dos coches bomba en la periferia de Damasco causó ayer al menos 55 muertos en el atentado más sangriento desde el inicio hace 14 meses de la revuelta contra el régimen sirio, que acusó a “grupos terroristas” de la masacre.

El Ministerio sirio del Interior cifró además en 372 los heridos en este doble ataque perpetrado en la zona de Qazaz, en el que se usó más de mil kilos de material explosivo.

De acuerdo con las autoridades, los vehículos iban conducidos por dos terroristas suicidas que los hicieron estallar con tan solo un minuto de diferencia, el primero de ellos a las 07.53 hora local (04.53 hora GMT).

El número de víctimas podría aumentar, ya que las fuerzas de seguridad han recopilado 15 bolsas con restos humanos no identificados.

Las explosiones ocurrieron cerca de un edificio del denominado cuerpo de la Inteligencia Palestina y una sede de los servicios de Aviación en Qazaz, donde decenas de coches y autobuses resultaron incendiados.

Según pudo constatar Efe en el lugar de los hechos, el estallido de los coches bomba dejó dos grandes hoyos en el suelo y un reguero de escombros, sangre y cristales de los edificios cercanos.

A Qazaz se trasladó un equipo de observadores de la ONU desplegados en Siria para verificar el cumplimiento del plan de paz del mediador internacional, Kofi Annan, que estipula, entre otros, un alto el fuego, en vigor desde el 12 de abril.

Entre los expertos que acudieron a inspeccionar el lugar del doble atentado se encontraba el jefe de la misión, el general noruego Robert Mood.

Mood afirmó en declaraciones a los periodistas que “este acto terrorista horrible” no supone una solución a la crisis en Siria, sino que “causa problemas a todo el pueblo sirio”.

Aunque el origen de los atentados se desconoce, el régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, acusó a “grupos terroristas armados” apoyados por partes extranjeras, como se refiere a la oposición armada.

Este atentado ha sido el más grave desde el inicio de las protestas en marzo de 2011, seguido por el perpetrado en diciembre de ese año en las inmediaciones de dos edificios de la Seguridad Central en Damasco, en el que murieron al menos 44 personas.

Por su parte, el Consejo Nacional Sirio (CNS) negó cualquier implicación en los atentados y consideró que benefician a las autoridades.

El portavoz de esta organización, Emad Hosari, dijo a Efe que “estos atentados sirven al régimen sirio, que desde el primer momento dirigió sus ofensivas contra los civiles”.

En su opinión, la intención de Damasco es disuadir a los observadores de la ONU desplegados sobre el terreno de que hagan su trabajo.

En cuanto al futuro de los observadores, el secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, advirtió de que los atentados de hoy y los registrados ayer en el sur de Siria “tendrán consecuencias graves” en la misión de la ONU.

En este sentido, el Ministerio sirio de Asuntos Exteriores aseguró que “pese al incumplimiento del plan de Kofi Annan por parte de los grupos terroristas y los países que los respaldan, Siria proseguirá prestando toda la ayuda al equipo de observadores para que puedan desempeñar su labor con éxito”.

El mediador internacional condenó estos actos “aborrecibles e inaceptables” y pidió que se evite un mayor baño de sangre entre la población civil, porque “cualquier acción que sirva para aumentar la tensión y el nivel de violencia sólo puede ser contraproducente para los intereses de las partes”.

El plan de paz de Annan, quien asumió la mediación diplomática para Siria por encargo de la ONU y de la Liga Árabe, fue aceptado por el Gobierno de Al Asad y por la oposición, aunque el alto el fuego ha sido roto de manera continúa.

Las expectativas de resolución del conflicto sirio pasan un momento delicado y ayer el mismo secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, alertó del escaso tiempo disponible para detener la violencia antes de que se desencadene “una guerra civil a gran escala con efectos catastróficos sobre Siria y toda la región”.

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