Exigen verdades a Peña Nieto
Tanto por radio como en la Ibero, los cuestionamientos fueron fuertes e incluso en la universidad hubo intensas protestas en su contra
Estar al frente en las encuestas tiene su costo.
Y al final, el candidato político del partido que sea terminará pagando mucho o poco, dependiendo de los baches que haya superado en su carrera, si es que lo hizo. Si no, como es en el caso de México, a poco más de un mes para que el pueblo elija a su nuevo presidente, los bombardeos serán constantes, porque el fin tanto de la prensa como de los ciudadanos es que al final quien salga ganando sea el pueblo.
Por eso no sorprende que hoy haya sido un día “difícil” para el candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Peña Nieto, quien comenzó la mañana intentando desmentir que sea el niño mimado de Televisa y que quienes impulsan su carrera son exfuncionarios y políticos que andan fuera de la escena por corruptos.
Durante una entrevista con Carmen Aristegui, en el programa Noticias MVS Primera Edición, el político mexiquense dijo que carecen de sustento las imputaciones respecto a que Televisa impulsa su campaña electoral pues él no es una “inversión” de esa empresa.
Ayer, su oponente Andrés Manuel López Obrador, aspirante presidencial de la coalición Movimiento Progresista, dijo que si el equipo del Peña Nieto comprueba que hubo un gasto de mil 837 millones de pesos durante su administración al frente del Distrito Federal renunciaría a la candidatura y que, en caso contrario, Peña Nieto debería hacer lo propio.
Al respecto, hoy el candidato presidencial por el PRI respondió que “él (López Obrador) fue el que se puso esta condición, nadie le está pidiendo que renuncie a su candidatura, simplemente que reconozca las cuentas públicas de lo que fue su gestión de gobierno”.
Peña Nieto también rechazó que el expresidente Carlos Salinas de Gortari esté detrás de sus aspiraciones políticas; “no está, ni estuvo, ni estará nunca en mi campaña electoral”, remarcó. Y respecto al exgobernador Arturo Montiel Rojas, indicó que en este momento ese personaje no está dentro de su vida política, no obstante haber sido parte de su equipo durante su gestión pública.
Terminando la entrevista, Peña Nieto se dirigió al auditorio José Sánchez Villaseñor de la Universidad Iberoamericana, donde fue recibido por protestas, dentro y fuera de la instalación, al igual que por sólidos cuestionamientos.
La audiencia universitaria lo increpó también sobre su relación con Televisa, su relación con la líder magisterial Elba Esther Gordillo y la deuda millonaria en Coahuila.
De Gordillo se distanció y sobre Cohauila la respuesta fue que son las autoridades las encargadas de investigar y de adjudicar las responsabilidades en caso de que fuese hallada alguna irregularidad.
Además, Peña Nieto defendió los logros alcanzados durante su gobierno al mencionar que se redujo 33% la tasa de delincuencia y se logró disminuir la deuda pública del Estado de México, así como avanzar en infraestructura carretera y otras áreas.
En cuanto a la política comercial que seguiría si llega a ser presidente de la República, indicó que buscaría diversificar el comercio de México con otras naciones, sin negar ni desaprovechar la vecindad que se tiene con Estados Unidos, por lo cual también se impulsaría un bloque comercial de América del Norte.
Rechazó ser un político producto de la mercadotecnia, y resaltó que el balance y la evaluación de su gestión como gobernador del estado de México la dio el respaldo de 65% de los electores que refrendaron para el PRI la gubernatura de esa entidad, en la pasada elección.
En temas ambientales y a pregunta expresa de uno de los alumnos de la Iberoamericana señaló que la prohibición o no de las corridas de toros debe ser decisión de cada uno de los gobiernos estatales, conforme a lo que la sociedad de cada una de las regiones del país demande.
En un ambiente por momentos hostil, Enrique Peña Nieto definió los cinco ejes principales de su propuesta de gobierno, y al final del encuentro sin cuestionamiento directo aunque en razón de algunas pancartas, respondió al tema de Atenco en torno al cual algunos estudiantes habían sacado cartulinas alusivas.
Asumió la absoluta responsabilidad de la decisión que se tomó y mencionó que cuando se vieron afectados por intereses particulares los derechos de los mexiquenses, tomó la decisión de emplear el uso de la fuerza pública para restablecer el orden y la paz, y en la acción lamentablemente hubo incidentes que fueron debidamente sancionados y que los responsables de los hechos fueron consignados ante el poder judicial.
Al final, el líder priísta tuvo que salir por la parte de atrás del Auditorio, para evitar un enfrentamiento con decenas de estudiantes que le exigían respuestas claras.