Las madres merecen ayuda

El impacto de la Gran Recesión ha golpeado a todos de una u otra manera. Sin embargo es la mujer, y especialmente las madres, las que están sufriendo con sus consecuencias.

En principio la crisis desplazó a un sector de manufactura mayormente masculino. Los análisis muestran que en esas familias, la madre y esposa, es la que asumió el rol de la principal fuente de ingresos del hogar, incrementando sus responsabilidades.

No es nuevo que las madres sean discriminadas a la hora de buscar empleo porque se prefiere a alguien sin hijos que con ellos. Lo que no ocurre con los padres.

La crisis complicó aun más la situación de las madres solteras y las de hogares de bajo recursos. El déficit de presupuesto ha hecho que prácticamente los gobiernos estatales y federal se ensañen con los programas que proveen guardería, educación preescolar y la atención médica para los niños, entre otros.

En California se propone eliminar 500 millones de dólares de esos programas. Mientras que la Cámara Baja en Washington aprobó hace unos días un plan de gastos que protege al sector de defensa de recortes anticipados, reduciendo cientos de miles de millones de dólares en servicios humanos. Por ejemplo se estima que esto afectaría el almuerzo escolar de 200,000 niños.

Estos servicios son vitales especialmente para las madres trabajadoras con ingresos bajos .

Este es el caso de cerca del 70% de la familias latinas que tienen un menor de 18 años en el hogar y sus entradas son magras. A estas madres no les ha llegado los avances y beneficios que gozan muchas profesionales que, con mejor educación formal y más oportunidades, logran empleos con ingresos más altos y flexibles a sus necesidades familiares.

Las madres, con las crecientes responsabilidades que están asumiendo, son hoy fundamentales para nuestra sociedad. Es una fuerza laboral que gana espacios y sufre la disparidad salarial adversa a la mujer. Al mismo tiempo, tienen la misión de formar a los estudiantes, trabajadores y madres y padres del futuro.

Este es un trabajo duro y lo suficientemente importante como para ayudarlas en vez de colocarles obstáculos, como son los recortes de presupuesto y una discriminación laboral y salarial.

Las madres estadounidenses disfrutan hoy de su día. El mejor reconocimiento es facilitarles su labor en todas las esferas, el beneficio a largo plazo será también de todos.

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