Ojos puestos en Chicago por Cumbre de la OTAN

CHICAGO – Algunos de los que se preparan para ser espectadores o participantes de las protestas contra la Cumbre de la OTAN, a realizarse en Chicago, quieren que los organizadores de la manifestación y que la policía y agentes federales respondan a la pregunta de si habrá violencia.

Se prevé que en la Cumbre de la Organización de Naciones del Atlántico Norte (OTAN), a realizarse en el centro de convenciones McCormick Place el domingo y lunes los delegados de los países que integran esta alianza militar propongan planes para enfrentar los fuertes recortes de los presupuestos de defensa de la mayoría de los países debido a la crisis económica mundial.

Y mientras eso sucede a puertas cerradas, los actos de protesta y desobediencia civil que se han dado durante los últimos días culminarán con una marcha masiva contra la guerra en Afganistán y un gasto militar exorbitante que ha diezmado los presupuestos para servicios sociales en todo el mundo, con la excusa de la guerra contra el terrorismo, han dicho los organizadores.

Los residentes de Chicago ya han sido afectados con menos presencia policial en los vecindarios, restricciones de estacionamiento y cambios en los horarios de trabajo de varios edificios de oficinas en el centro.

A partir de hoy se implementarán cierres de carreteras y autopistas, cierras de calles aledañas y una cerca de metal de 8 pies de alto alrededor de McCormick Place; fuertes medidas de seguridad en trenes de Metra y vigilancia en la CTA.

Sin embargo, a pesar de esos inconvenientes, los activistas están más que listos para salir a la calle y levantar la voz y el alcalde Rahm Emanuel, las autoridades de manejo de emergencias y la policía aseguran que todo está preparado para hacer frente a cualquer eventualidad.

Los activistas del movimiento de los Indignados, Occupy Chicago, empezaron a dar la bienvenida a los buses llenos de manifestantes que esperan desde Los Angeles, Boston, Portland y Nueva York.

Durante la noche, por ejemplo, alrededor de 50 manifestantes de otras partes de Estados Unidos se unieron al movimiento Mental Health Movement y acamparon afuera de una clínica en Woodland, se informó.

Ayer varios manifestantes también participaron en talleres de información legal para interactuar con la policía. Por ejemplo, el grupo de abogados National Lawyers Guild of Chicago impartió un taller en la iglesia Grace Episcopal sobre “Conoce tus derechos”, para que estén al tanto de su derecho a permanecer en silencio, de cómo ejercer sus derechos bajo la Primera Enmienda de la Constitución y cómo reaccionar a las requisas y cuestionamientos de parte de los oficiales de policía.

Hasta el momento las protestas no se han salido de control; pero sí ha habido un promedio de 12 arrestos.

También está latente la presencia de jóvenes que usan la técnica conocida como el “Black Bloc”, se visten de negro, cubren sus caras y gustan de romper vidrios, destruir lo que encuentren a su camino y provocar a la policía. Algunos se identifican como anarquistas; pero otros sólo gustan de la confrontación, según reportes de prensa. Hasta el momento no se han manifestado.

Los activistas están muy bien organizados y a través del grupo Chicago Action Medical se ha capacitado a alrededor de 35 personas en primeros auxilios y respuesta médica a posible violencia, exposición a gases lacrimógenos o gas pimienta u otro problema. Asimismo, además del personal entrenado que estará en la marcha, tienen un refugio disponible en las oficinas del American Friends Service Committee (637 S. Dearborn).

Para las siguientes horas se tienen previstas más acciones. Hoy viernes al mediodía ser la controversial manifestación convocada por el sindicato National Nurses United, en la Plaza Daley –a la cual se le denegó el permiso inicial y luego se le aprobó a última hora-.

Mañana sábado se tiene prevista una marcha hacia la vivienda del alcalde Rahm Emanuel, para pedirle que salve las clínicas de salud mental y el domingo será la gran marcha contra la OTAN, para la cual el punto de reunión es el parque Grant (235 S. Columbus).

Para el lunes, último día del cónclave, se tiene planeada una acción en las oficinas centrales de la empresa Boeing; pero los organizadores aún no han dado detalles.

En una rueda de prensa, el superintendente del Departamento de Policía de Chicago, Garry McCarthy, aseguró que su gente estaba preparada.

“Hasta el momento los eventos han sido ordenados. Anoche tuvimos un evento que fue un poco diferente e interesante, si se quiere, un rally de ‘f(…) the police’ que terminó con cero arrestos y cero incidentes”, dijo McCarthy.

“Fue una dinámica interesante y creo que les debemos dar a nuestras tropas mucho crédito. La meta anoche era provocar a los policías para que hicieran arrestos”, agregó.

El oficial confirmó: “Estamos equipados; estamos entrenados. Hemos estado estudiando y aprendiendo de lo que ha pasado en otros lugares donde se han patrocinado estos eventos. Estamos aplicando lecciones aprendidas de otros departamentos y en este punto sentimos que estamos en un buen y exitoso comienzo”.

No obstante, McCarthy alertó que uno de los problemas que se podrían tener es el de “gente de Chicago que puede no estar de acuerdo con algunas de las ideas de los manifestantes”, por lo cual podrían darse “enfrentamientos”. “Tenemos estrategias; tenemos tácticas para interponernos y calmarlos”.

También dijo que la policía está preparada para entre 10,000 y 15,000 personas.

“Vamos a hacer esto. Tenemos muchos oficiales para hacerlo. Creo que vamos a estar bien”, concluyó McCarthy.

No obstante, anoche el grupo de abogados National Lawyers Guild denunció un supuesto operativo policial en el vecindario de Bridgeport, en el que los oficiales habrían detenido, requisado y cuestionado manifestantes, y que resultó en ocho arrestos. Hasta el momento no hay más información al respecto y la policía dijo que está recolectando más información sobre el incidente.