window._taboola = window._taboola || []; _taboola.push({article:'auto'}); !function (e, f, u, i) { if (!document.getElementById(i)){ e.async = 1; e.src = u; e.id = i; f.parentNode.insertBefore(e, f); } }(document.createElement('script'), document.getElementsByTagName('script')[0], '//cdn.taboola.com/libtrc/mycodeimpremedia-laopinion/loader.js', 'tb_loader_script'); if(window.performance && typeof window.performance.mark == 'function') {window.performance.mark('tbl_ic');}

Emotivo adiós a Manolo Preciado

El alto mando del futbol español se une a la familia del técnico en sus funerales

SANTANDER, España (EFE).- La iglesia de los Padres Franciscanos de Santander quedó ayer pequeña para acoger a los cientos de personas que han acudido al funeral en memoria de Manolo Preciado, entre los que se encontraban jugadores, técnicos y directivos de muchos clubes de futbol españoles, que arroparon a su familia.

El Sporting de Gijón también tuvo una nutrida representación encabezada por su presidente, Manuel Vega Arango; al igual que el Racing de Santander, que estuvo representado por el director general de la entidad, Antonio Corino.

También acudió, entre otros, los presidentes del Villarreal, Francisco Roig; el del Levante, Francisco Catalán; y el portavoz del FC Barcelona, Toni Freixa, y el director de Relaciones Institucionales del Real Madrid, Emilio “El Buitre” Butragueño.

Y una larga lista de futbolistas y técnicos coetáneos de Preciado, como José Ángel Iribar, Enrique Castro “Quini”, Carles Rexach, José Luis Mendilibar, Miguel Ángel Lotina, Miguel Ángel Portugal, Abelardo; y un sinfín de jugadores que han pasado por sus manos.

El funeral comenzó con la lectura de tres frases de Preciado, que muestran cómo el técnico cántabro hizo frente a los duros reveses que sufrió en los últimos años (fallecimientos de su mujer, un hijo de 15 años y su padre).

“Pude pegarme un tiro o mirar al cielo y crecer…Elegí lo segundo”, “En lo personal soy un superviviente. En situaciones límite hay que contar hasta tres. Yo he contado hasta diez” y “No me como la cabeza con tonterías”.

El capellán del Sporting, en su homilía, hizo referencia a los recientes libros sobre la figura de Manolo Preciado, “Mañana saldrá el sol” y “Quién mejoraría a Preciado” y explicó que anoche, hojeando sus páginas, entre la “vida y milagros” que se cuentan del técnico, se queda con una frase que, a su juicio, resume su filosofía- “quiso hacer feliz a todo el mundo”.

“Y lo consiguió”, opinó Fernando Fueyo, recordando que, con el ascenso del Sporting “devolvió la ilusión al club y a todo Gijón”.

También ha destacado que “entonces Manolo lloró de emoción”, como ahora todos lloran por su pérdida.

También recordó que aquella gesta Preciado la dedicó a su fallecida esposa y al hijo que perdió en un accidente de moto y a Enrique Castro ‘Quini’, “una persona maravillosa”.

El optimismo, sus dotes de comunicador y su condición de “constructor de grupo, adorado por el vestuario”, son algunas de las virtudes de un técnico, que según Fernando Fueyo, cargaba con la culpa cuando las cosas salían mal y señalaba a los futbolistas como artífices de los éxitos.

El momento más emotivo llegó al final cuando el coro del Barrio Pesquero canto una salve marinera.

Contenido Patrocinado