Hispano deja huelga de hambre por orden médica
Lorezo Arroyo quien necesita un trasplante de riñón tuvo que dejar el ayuno por debilitamiento.
Chicago (EFE).- Uno de los cinco hispanos que realizan una huelga de hambre desde hace 11 días para reclamar trasplantes de órganos a indocumentados sin seguro médico abandonó la protesta por orden médica, informó hoy a Efe uno de los protestantes.
Los médicos del centro Rush de Chicago decidieron que Lorenzo Arroyo, de 36 años, no podía continuar con el ayuno debido al debilitamiento sufrido en los últimos días y que hacía peligrar su vida, explicó Hilda Burgos, que también integra el grupo.
Arroyo, que padece una rara enfermedad hereditaria y necesita un trasplante de riñón, fue trasladado ayer al hospital con dolores en estómago y pecho.
Los médicos que le examinaron dictaminaron que el riesgo era muy grande y decidieron retirar al indocumentado del ayuno que inició el pasado 3 de junio, dijo Burgos.
Esta semana también tuvo problemas de salud Catalina Arroyo, de 53 años y tía de Lorenzo, quien fue atendida por paramédicos y llevada en ambulancia a un hospital tras quejarse de fuertes dolores abdominales.
Aunque los médicos comprobaron que tenía muy bajos los niveles de potasio y su salud corría riesgo, ella decidió reintegrarse al ayuno.
Lorenzo Arroyo, su hermano Elfego Arroyo y Jorge Mariscal son tres indocumentados que necesitan trasplantes de riñón y no han sido atendidos en dos centros hospitalarios de Chicago que realizan este tipo de intervenciones debido a su estatus migratorio y la falta de seguro médico.
Burgos recordó que la protesta contra los hospitales continúa en la Misión Nuestra Señora de Guadalupe, del barrio mexicano La Villita, y dijo que el lugar que quedó vacante en el grupo fue ocupado interinamente por un pastor anglicano.
Los participantes en el ayuno, acompañados por unas 80 personas, realizaron hoy una “marcha por la vida” caminando cerca de siete kilómetros, desde la misión al centro médico de la Universidad de Illinois en Chicago (UIC), del barrio Pilsen, detrás de una pancarta donde se leía “Sí a la vida”.
Burgos dijo que la intención era entregar una carta con el reclamo de los trasplantes a los administradores del hospital, pero que no fueron recibidos. El viernes repetirán la protesta con una caravana de automóviles que llegará hasta el centro médico de la Universidad Loyola, en la vecina ciudad de Maywood.
“Luchamos contra la exclusión inhumana de los indocumentados de las listas de espera para trasplantes, y contra un sistema que valora más el lucro que la vida humana”, dijo Burgos.