Senado aprueba a Aponte
El resultado no logró calmar las disputas partidistas en el Capitolio, en torno a la nominación de la abogada al frente de la embajada de El Salvador.
WASHINGTON, D.C.- Por 62 votos contra 37, el Senado aprobó ayer la nominación de la puertorriqueña Mari Carmen Aponte como embajadora de El Salvador, un cargo que ha ocupado de manera interina por casi dos años. Con esto, se convierte en la primera mujer puertorriqueña en alcanzar un puesto de este calibre.
Cerca de la 1 PM comenzó el voto de cierre de debate en el Senado. El paso más difícil, donde se necesitaban al menos 60 votos, para seguir adelante con la candidatura.
Nueve legisladores republicanos le dieron su apoyo, quienes se unieron a 53 demócratas. Luego de esto, el líder de la mayoría Harry Reid (D-NV) dio una aprobación final, a través de un voto de voz que no requirió de un nuevo escrutinio.
“Esta es una candidata en extremo calificada. Con un voto positivo enviaremos un mensaje positivo a El Salvador. La ausencia de voces en contra, al otro lado del pasillo, habla en gran medida del proceso que hemos atravesado con esta nominación”, dijo el senador Robert Menéndez (D-NJ).
Aponte, abogada y consultora independiente, ya había experimentado un fracaso en el Congreso hace más de una década. En 1998 se vio forzada a renunciar a su nombramiento como embajadora de República Dominicana.
Una votación similar a la de ayer fue celebrada en diciembre de 2011. Ésta tuvo como centro de la polémica, objeciones como su relación con Roberto Tamayo en los 90 -quien tenía lazos con la inteligencia cubana- junto a una columna escrita por Aponte, en el diario La Prensa Gráfica, donde defendió la eliminación de prejuicios contra homosexuales.
“Los puertorriqueños y la comunidad hispana deben sentirse orgullosos. Es una excelente embajadora y una defensora destacada de los valores de Estados Unidos”, dijo Reid, quien destacó logros bajo su liderazgo, como el envío de tropas salvadoreñas a Afganistán.
Menéndez fue el único senador en hablar en favor de Aponte. El otro hispano en la Cámara Alta, el legislador Marco Rubio (R-FL), se limitó a votar a favor y salir con rapidez del pleno del Senado.
En una declaración aseguró que apoyó la nominación “luego de que el gobierno enfrentara sus preocupaciones sobre la política en América Latina […] En diciembre le dije al senador Reid que teníamos asegurados los votos para su confirmación. Los votos de hoy (ayer) prueban que los votos estaban”.
“Pero en lugar de darle un voto, él decidió usar su nominación para ayudar a la Casa Blanca en políticas étnicas divisorias, para separar a los hispanos en dos grupos opuestos. Estas son las tácticas que la Administración utiliza con frecuencia”, aseveró.
En diciembre pasado, el legislador se opuso a la nominación de Aponte y luego se comprometió a votar a favor y buscar apoyo en su partido para conseguir un resultado positivo.
Sin embargo, esta vez Rubio especificó que aunque respaldaría a Aponte, no estaba buscando votos de apoyo entre sus colegas.
Al ser consultado por las razones, su vocero Alex Burgos especificó a La Opinión que “los votos estuvieron ahí en diciembre y los demócratas decidieron no actuar”.
Por su parte, el vocero del senador Reid, José Parra, enfatizó que “el senador Rubio no puede escapar de haber votado en contra de Aponte en un comienzo. Una posición que sólo cambió luego de que la comunidad en La Florida le dejó saber su desencanto”.
“No puede reclamar crédito por este voto. Esto es producto del trabajo de la comunidad puertorriqueña, la secretaria Hillary Clinton y grupos hispanos”, agregó.
El presidente Barack Obama se apresta ahora a viajar a La Florida. No hay dudas de que el triunfo en la confirmación de Aponte es una buena carta bajo la manga en su relación con la comunidad boricua en la zona.