Sospechaban de hacienda de los Zetas
Gastaban más de 200 mil al mes en alimento para caballos
LEXINGTON, Oklahoma.- Si los socios de un conocido líder de un cártel mexicano de la droga trataban de no llamar la atención mientras operaba una red de lavado de dinero en una hacienda hípica en Estados Unidos, al parecer lo hicieron todo mal.
Vigilaban su finca por las noches con un enorme reflector, despilfarraban grandes cantidades de dinero, compraron parcelas de tierra durante un periodo de fuerte recesión y realizaron costosas mejoras a su hacienda en una industria que no es famosa por generar grandes ganancias.
“Sería necesario un multimillonario para sostener una operación como esa”, dijo Clifford Massengale, vecino del lugar.
Un día después de que las autoridades federales arrestaron al operador de la hacienda, José Treviño Morales, acusado de participar en una supuesta operación de lavado de dinero, los habitantes de esta comunidad hípica dijeron que Treviño era un buen vecino. Pero su hacienda, Zule Farms, parecía desencajar.
De acuerdo con la declaración tributaria citada por los fiscales, Treviño y su esposa reportaron ingresos de sólo 58,000 dólares en 2009. Pero de alguna manera invirtieron millones de dólares en la hacienda de caballos cuarto de milla.
Los vecinos se preguntaban cómo la pareja y sus socios podían comprar en efectivo caballos de primera e indicaron que el empeño de la pareja por adaptarse a la cultura hípica del área hizo que sobresalieran.
“Lo primero que noté fue que eran demasiado evidentes sus intentos por dejar en claro que estaban en el negocio de los caballos, pero eran los mejores vecinos que hemos tenido en esa propiedad”, dijo Massengale, un oficial de las fuerzas militares retirado que vive al lado de la hacienda.
Agregó que los trabajadores de la hacienda pintaron los establos, construyeron uno nuevo y cuidaron a los cientos de caballos que retozaban en las 64 hectáreas (160 acres) al sureste de Lexington. Los campos eran finamente atendidos.
Un acta acusatoria contra Treviño y su esposa, Zulema, fue abierta el martes. Los agentes del FBI allanaron la hacienda en Lexington y el hipódromo Ruidoso Downs, en Nuevo México, y arrestaron a Treviño, su esposa y otras cinco personas. Otros siete sospechosos, fueron acusados pero siguen prófugos.
Los fiscales revisaron registros de bancos, de la Asociación de Carreras de Caballos de Cuarto de Milla de Oklahoma y comisiones estatales de carreras para rastrear el dinero, de acuerdo con un afidávit.
Varios informantes compartieron información sobre Treviño y sus dos hermanos también nombrados en la acusación. Uno de ellos, Miguel Angel Treviño Morales, es un líder de los Zetas en México.
Declaraciones tributarias mostraron que Treviño y su esposa tuvieron ingresos de 70,000 dólares en 2008 y de 58,000 dólares en 2009, pero que los caballos fueron registrados a su nombre para cubrir los intentos de sus hermanos para lavar dinero. Los documentos sobre los caballos con frecuencia tenían una fecha anterior para señalar que Treviño compró un animal a un menor precio y que sus victorias generaron el dinero para administrar la hacienda, cuando en realidad era dinero proveniente del narcotráfico, según los fiscales.
Las autoridades revelaron que Treviño y su esposa necesitarían gastar 200,000 dólares mensuales sólo para alimentar y cuidar a los 425 caballos de su propiedad.