Las apariencias engañan

Un vídeo muestra lo absurdo de las leyes de inmigración de Arizona

Recientemente me encontré con un botón encantador, al estilo de los de las campañas, que decía: “Yo podría ser ilegal”.

Y es cierto -yo podría serlo.

Dejemos esto pendiente por un momento, mientras describo algunas de las directrices de las que se habló en un vídeo de capacitación, que fue preparado para las fuerzas de seguridad de Arizona. La Junta de Capacitación y Normas para los Oficiales de Paz de Arizona lo creó en julio de 2010, mientras el estado se preparaba para poner en vigencia su controvertida ley de “papeles, por favor”.

El vídeo volvió a estar en el tapete el martes, cuando la gobernadora, Jan Brewer, pidió a toda la policía de Arizona que lo volviera a ver, antes del fallo de la Corte Suprema, que se espera para este mes y que determinará si las fuerzas de seguridad pueden interrogar a la gente sobre su categoría migratoria bajo una sospecha razonable.

Recuerden que Brewer afirmó que los materiales de entrenamiento debían “dejar en claro que la raza, el color o el país de origen de un individuo por sí solos no pueden fundamentar una sospecha razonable para creer que se haya violado ley alguna”.

Pero tras leer algunos de los indicadores del vídeo de entrenamiento, podría decirse que la cuestión de escoger inmigrantes ilegales sin realizar un perfil racial de todos los ciudadanos no está para nada clara. De hecho, deja a esa actividad en compañía de la identificación de una obscenidad -“La reconozco cuando la veo”.

Entonces, exploremos los indicios de alerta, suponiendo que un profesional de las fuerzas de seguridad me para a mí, tratando de cumplir con la ley lo mejor que puede, con la limitada información con que cuenta durante la parada policial.

Falta de identificación. “¡Ay, Dios mío!, ¿no sería horrible que me pararan justo el día que dejé mi cartera en casa mientras manejaba la media milla hasta el Redbox para devolver mi vídeo justo antes de la fecha de vencimiento?”.

Posesión de una identificación extranjera o de un registro de automóvil extranjero. “Con éste no tengo problema. Aunque, como antigua dueña de un Oldsmobile Cutlass Supreme de 1985, azul brillante, puedo asegurar con autoridad que algunos coches dicen a gritos ‘¡Hispano!’ -y por tanto, automáticamente, ‘sospechoso’- para los agentes de seguridad”.

Fuga y/o preparación para fuga, realizar maniobras evasivas en el vehículo, a pie, etc. “Bueno, soy una atareada periodista y madre -si estoy en el coche, estoy en modalidad de fuga, tratando desesperadamente de no llegar tarde a una entrevista o para recoger a un niño. Y también, soy evasiva en mi comunidad todo el tiempo. La gente me para -en la tienda de comestibles, la gasolinera, el lavado de carros automático- y trato de escaparme antes de que me pidan que escriba una columna sobre su proyecto favorito”.

Declaraciones voluntarias de la persona con respecto a su ciudadanía o presencia legal. “Éste apesta a una añagaza para que se cometa un delito -¿qué persona de piel marrón, que resida en un estado dado a la caza de inmigrantes ilegales, no diría “Soy ciudadano estadounidense” si pensara que la policía lo estaba individualizando por esa misma razón?”.

Vehículo abarrotado de gente o pesado, los pasajeros intentan esconderse o evitar ser detectados. “Nuevamente, como madre que lleva grupos de jóvenes al parque, coches llenos de adolescentes que no se especializan en mirar a la gente a los ojos ni contestar preguntas simples bajo presión (‘Conducta -nerviosismo inexplicado, conducta irregular, negativa a mirar a los ojos’), éste realmente me causaría problemas”.

Lugar, entre ellos por ejemplo: Un lugar conocido por ser punto de reunión de inmigr. “Más vale que me mantenga apartada del estacionamiento de Home Depot”.

Y éste es mi favorito. Vestimenta. “Podría despertar sospechas si me tomara un descanso cuando trabajo en el jardín y la llevo a mi abuelita al Walmart. Si estuviera usando mi gran sombrero mexicano de paja y una vieja camisa con el logo ‘Hecho en México’, y mi abuela usara su rebozo tejido, falda negra, calcetines y zapatos planos, nuestra ropa diría a gritos ‘no pertenecemos a este lugar'”.

Y todo es una cuestión de “pertenencia”, ¿no es cierto? Para aquellos a los que se les hace agua la boca con la perspectiva de que la ley de Arizona sea confirmada por el tribunal, si la línea entre hispano e inmigrante ilegal se vuelve borrosa, bueno, es algo para lo que están preparados -pero sólo porque no los afecta.

Como ciudadana nacida en Estados Unidos no vivo en el país ilegalmente, pero eso no significa que no se me considere de esa manera. Debería usar un botón de “Yo podría ser ilegal” para probar mi punto -aunque temo que correría más riesgo de convertirme en uno de los que se calcula que son 20 mil ciudadanos estadounidenses, que han sido detenidos y a veces deportados, desde la escalada de 2003 en la caza de brujas de inmigrantes ilegales que se lleva a cabo en nuestra nación.

…Comentarios a estherjcepeda@washpost.com © 2012, The Washington Post Writers GroupComentarios a estherjcepeda@washpost.com © 2012, The Washington Post Writers Group

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