Consiguen hogar cerca del metro
El proyecto residencial MacArthur Park consta de 90 unidades
La nueva cocina de Vilma Cayax es amplia.
“Aquí puedo bailar”, dice esta guatemalteca, que además se estrenó el refrigerador, el horno, la estufa, la lavadora de platos, la alfombra? en fin, todo el apartamento.
“Vivimos a nuestras anchas”, describe a modo de celebración esta madre soltera, que trabaja tiempo parcial como repartidora de pizzas. “Es un lugar muy lujoso, es lo máximo, es un sueño”, continúa emocionada.
A Cayax le sobran adjetivos para describir su nuevo hogar, una de las 90 unidades que forman parte del complejo de vivienda MacArthur Park, el cual se construyó a un costado de la estación del tren -del mismo nombre- de la Línea Roja. Desde hace un mes otras 89 familias saben -como la de ella- lo que significa vivir “con dignidad”.
“Mis niñas son felices aquí”, expresó Cayax, quien no pudo dormir desde que le notificaron que, por sus bajos ingresos, había calificado para mudarse al moderno edificio. Atrás dejó un lugar viejo, diminuto y plagado de pandilleros y un alquiler que le restaba gran parte de su raquítico salario.
“Ahora tenemos lavadoras de ropa y platos, secadora, aire acondicionado…”, enumera.
Es difícil entender que las dos viviendas a las que se refiere Cayax se encuentran en el mismo vecindario -Westlake, hogar de miles de inmigrantes centroamericanos- y que las separan sólo unas cuadras.
Lo cierto es que pocos (o quizás ninguno) de los actuales habitantes de los modernos apartamentos habrían tenido la oportunidad de vivir ahí, de no haber recibido un descuento sustancial en el pago de alquiler por parte de los impulsores del proyecto, agencias de gobierno y empresas privadas.
A diferencia de los desarrollos construidos en el centro de Los Ángeles -cuyos precios exhorbitantes expulsan a los pobres-, la idea detrás de los apartamentos de MacArthur Park -que costaron 44.8 millones de dólares- es ayudar a los más golpeados por la crisis y ofrecerles acceso al transporte colectivo.
“Ahora tenemos a 90 familias en viviendas de lujo”, dijo la supervisora del condado, Gloria Molina, durante la inauguración de la obra. “Esta comunidad merece vivienda de primera clase”, recalcó.
Desde la década de 1990 la Agencia Metropolitana de Transporte (Metro) empezó a diseñar proyectos de vivienda para personas pobres que estuvieran cerca de las estaciones del tren ligero y subterráneo aunque, según el concejal de Los Ángeles, Ed Reyes, se había olvidado al vecindario de Westlake.
Vivienda y transporte, según un estudio reciente del Centro para Políticas de Vivienda, absorben la mayor parte del sueldo de los angelinos. Ambos requieren el 57% del ingreso familiar. Esta realidad se enfrenta con una tasa de desempleo del 12% y con más de 39 mil familias que perdieron sus hogares.
“Necesitamos repetir este tipo de proyectos en toda la ciudad”, expresó el alcalde Antonio Villaraigosa, quien reconoció que las autoridades no han hecho lo suficiente para ofrecer vivienda barata a los más necesitados. “Tener un hogar es algo básico”, insistió.
Sin embargo, para la señora Cayax el pago de la renta ha dejado de ser una preocupación. Ahora se enfoca en los estudios de sus niñas entendiendo que solo así podrán progresar. “Yo les digo que somos un equipo, que si nos ayudamos, vamos a salir adelante”, expresó.