Concluyeron las campañas en México

MÉXICO, D.F.- Los cuatro aspirantes presidenciales pusieron ayer el punto final a 90 días de campañas ensombrecidas por reiteradas prácticas antidemocráticas que recuerdan al “México bronco” del siglo pasado entre asesinatos, robo de boletas, “acarreo” de simpatizantes, secuestros, traiciones, compra y coacción del voto.

El candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Peña Nieto, realizaba su último mitin en Toluca, capital del Estado de México, cuando corrió la noticia del asesinato de tres personas en un enfrentamiento de corte político.

Por la madrugada grupos del PRD y del PVEM se enfrentaron a balazos en Chiapas, donde quemaron la casa del alcalde, Pedro Bautista, y una docena más, según reportes de la Policía Municipal.

En medio del embrollo electoral, Peña Nieto no hizo mención a los hechos; frente a miles de simpatizantes que lo aclamaban en la entidad que gobernó entre 2005 y 2011.

Más bien se dejó llevar por sus propias dudas en su último discurso antes de la veda electoral que arranca hoy y hasta el primero de julio, tiempo en que la ley prohíbe cualquier manifestación proselitista.

“Estamos adelante, pero no se puede permitir que nos confiemos. Hay que redoblar el paso, de manera libre, razonada e informada con su voto”, dijo a manera de conclusión de tres meses de búsqueda del voto.

Sin embargo, “el México bronco de las urnas sigue ahí, latente y vivo”, observó Ulises Corona, politólogo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

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Durante las campañas que arrancaron desde el 30 de marzo hasta ayer fallecieron cinco políticos de manera violenta: los tres simpatizantes del PVEM y el PRD en Chiapas; el sobrino del candidato a Senador del PAN Ovidio Cortazar y el candidato a diputado en Guerrero, Margarito Genchi, por quitar propaganda de rivales políticos.

Además secuestraron sujetos armados a la alcaldesa veracruzana Marisol Mora y al candidato a la presidencia municipal del PRI por el municipio de Apaxtla Marcelo Ávila.

La candidata del Partido Acción Nacional (PAN), Josefina Vázquez Mota, no refirió a estos saldos al finalizar anoche su campaña en la ciudad de Guadalajara, pero apremió a “la mayoría silenciosa” que padece la crueldad del país para superar las tendencias que la ubican en el tercer sitio. “Con esa mayoría silenciosa vamos a ganar”, dijo.

Lejos del discurso, los hechos de la intolerancia y desorden político se unen prácticas de antaño que diseñó el PRI durante los 72 años de gobierno contínuo.

El analista del Centro de Investigación y Docencia Económica, Alberto Aziz, documentó testimonios de funcionarios del gobierno de Chihuahua que son obligados a asistir a los eventos de los candidatos priístas.

“Les pasan lista al comienzo del evento, a la mitad y al final, los obligan a traer propaganda en sus coches y les descuentan de sus sueldos para las campañas y si se oponen los despiden”.

Situaciones similares han denunciado trabajadores del gobierno del Distrito Federal sobre la campaña de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), de la coalición Movimiento Progresista y burócratas federales sobre la panista Josefina Vázquez Mota: se trata de que los candidatos aparezcan ante la opinión pública como exitosos, rebosantes y con poder de convocatoria.

Al Partido de la Revolución Democrática (PRD), uno de los tres organismos políticos que impulsan la alianza Movimiento Progresista se le identifica particularmente por su “aprendizaje” del PRI para corporativizar el voto de los gremios a quienes les dan cotos de poder a cambio de fidelidad, observó el analista Corona.

Así se congregaron ayer en el Zócalo de la capital mexicana miles de personas en torno al discurso final de promoción del voto de AMLO que cerró la contienda en segundo lugar en el promedio de encuestas, con 27% de las tendencias electorales.

A cientos de kilómetros de la Ciudad de México otro gremio apuntaló el cierre de campaña Gabriel Quadri, del Partido Nueva Alianza (Panal): el del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación que se congregó en Aguascalientes.

Pero lejos de las concentraciones masivas, los métodos más finos para la compra de votos se ha modernizado según describen acusaciones recientes de los partidos. En la alcaldía de Monterrey, los candidatos del PAN, PRD Y PT acusan al PRI de depositar vía electrónica el equivalente a 45 dólares a cambio del sufragio comprobado con una foto.

“Estas prácticas antidemocráticas tienen como base una democracia muy vulnerable”, concluye Aziz como balance de campañas. “Lo que hace falta es eliminar la partidocracia”