Salud estaría amenazada por muebles
Expertos ven cómo reducir los efectos de las sustancias que se usan en su fabricación
SACRAMENTO.- Cuando usted se recarga muy a gusto en su sillón preferido en busca de un momento de descanso, jamás se le ocurriría pensar que su salud está en juego.
Muchos menos imaginaría que prácticamente todos los muebles de su hogar que tienen esponja -y hasta las alfombras y cortinas- son un peligro latente.
“Y a medida que los muebles se envejecen, las sustancias retardadoras del fuego concentradas en la esponja que está dentro de esos muebles comienzan a soltarse más y a ofrecer más riesgos”, dijo Martha Dina Arguello, directora de la organización Médicos con Responsabilidad Social en Los Ángeles.
“Para los latinos, la exposición es mayor porque tendemos a comprar muebles usados, o usarlos hasta que se acaban”, agregó.
Sin embargo, aclaró que esto es un riesgo que se presenta independientemente del grupo étnico o poder adquisitivo porque, de hecho, no hay ninguna casa en donde no haya muebles que contengan las riesgosas sustancias conocidas como “resistentes al fuego”.
Estos químicos fueron creados para retardar la propagación de los incendios.
Sin embargo, se ha descubierto que, a la larga, el daño que causan a la salud no compensa su uso.
“No retardan el incendio por un tiempo significativo para decir que (ha valido) la pena. Hay más personas afectadas por estos tóxicos que muertos consumidos por las llamas”, indicó Arguello.
Un estudio del Grupo de Trabajo Ambiental divulgado en 2008 encontró que los niños pequeños tienen tres veces más niveles de químicos resistentes al fuego que sus padres. En tanto, los niños de California tienen los niveles más altos de dichos químicos en sus cuerpos.
Otro estudio de la Agencia de Protección del Medio Ambiente de California (Cal/EPA) descubrió que las mujeres californianas tienen mayores niveles de estas sustancias en su tejido mamario que las mujeres de otros países y estados. Investigadores de la Universidad de California en Berkeley encontraron que la presencia de dichas sustancias reducen la fertilidad de las mujeres de California y provocan alteraciones en la hormona de la tiroides.
Un estudio de la Revista de Medicina Ocupacional
y del Medio Ambiente concluyó que los bomberos tienen riesgos elevados de cáncer atribuidos a los químicos que inhalan -incluyendo los retardantes de incendios-.
El gobernador Jerry Brown sorprendió a todos cuando ordenó recientemente a las agencias estatales revisar los estándares de flamabilidad de los muebles, usados desde hace 40 años y que se venden en California para reducir o eliminar el uso de estas sustancias.
“Los retardantes tóxicos de incendios se encuentran en casi todo, desde sillas altas hasta sillones, y hay cada vez más evidencias de que estos químicos dañan la salud humana y el medio ambiente”, sostuvo Brown en un comunicado.
A su vez, el senador demócrata de San Francisco, Mark Leno, quien por años ha fracasado en sus intentos porque se aprueben proyectos de ley que permitan desarrollar alternativas a los retardantes, dijo luego de conocer el anuncio del gobernador Brown que en las próximas semanas presentará una resolución ante el Congreso para pedir que se apruebe el Acta de Químicos Seguros a fin de restringir su uso y emplear otros componentes inofensivos.
“Nuestros esfuerzos por adoptar estándares seguros que protejan nuestras comunidades de efectos perjudiciales deben ir más allá de California”, dijo Leno.
Mientras se decide sobre las medidas que puedan aminorar los efectos tóxicos de los retardantes del fuego, Arguello recomienda algo muy simple para protegerse un poco: aspirar lo más posible los muebles y las alfombras y limpiar el polvo con un trapo húmedo.