“No se acuerda de nada” sospechoso del robo del Códice Calixtino
Pero la Policía sospecha que el electricista Manuel Fernández actuó por venganza cuando, alegadamente, se apropió del manuscrito del siglo XII de una catedral española
Santiago de Compostela, Madrid- El electricista Manuel Fernández Castiñeiras, presunto autor del robo del Códice Calixtino en la catedral española de Santiago de Compostela, se ha limitado a decir tras su arresto que no recuerda lo sucedido, mientras que la Policía considera que lo hizo por venganza.
Así lo indicó hoy el comisario jefe de la unidad de delincuencia especializada y violenta de la Policía, Serafín Castro, en una conferencia de prensa en Madrid, en la que precisó que la sustracción del manuscrito del siglo XII hace hoy un año por parte del electricista de la catedral gallega (noroeste) obedece “probablemente” a una reacción por haber sido despedido.
Fernández Castiñeiras reclamaba a la Iglesia católica una indemnización de 40.000 euros (casi $50,000).
Según Castro, el hombre, detenido el martes, se ha limitado a decir en el interrogatorio- “No lo sé, no me acuerdo”, después de que ayer se recuperase en un garaje de su propiedad el histórico documento envuelto en periódicos en el interior de la última bolsa de plástico registrada.
Fernández Castiñeiras, su esposa y el hijo de ambos permanecen detenidos y está previsto que comparezcan mañana ante las autoridades judiciales para aclarar lo sucedido.
La Policía no ha podido determinar el origen de los 1.2 millones de euros ($1.4 millones) que escondía el detenido en varias viviendas, además de $30,000 en billetes pequeños e incluso viejas pesetas, aunque tampoco se descarta que este monto procediera de pequeños robos cometidos en la propia seo.
Lo que no parece probable es que el arrestado tuviera contacto con traficantes de obras de arte para intentar vender la pieza, según la Policía.
Los investigadores creen que el robo se produjo exactamente hace un año, ya que en las cámaras de seguridad puede verse al detenido salir de la catedral compostelana con una chaqueta algo más larga de lo normal y con la apariencia de que oculta algo bajo la prenda.
El detenido llevaba una vida monótona y de costumbres extrañas, y asistía a misa cada mañana a la catedral de Santiago, medio escondido en una de las capillas, según relató el responsable policial.
Además del dinero y de los facsímiles del Códice y del Libro de las Horas, encontrados en su poder, en los últimos años había adquirido varias viviendas en efectivo con fondos de procedencia incierta.
El sindicato policial SUP cuestionó hoy, sin embargo, la “tardanza” en la detención del sospechoso del robo, ya que “pocos días después de la desaparición hubo un informe interno fundamentado con datos por parte de un funcionario” que apuntaba al electricista.
El Códice Calixtino no será exhibido hasta dentro de unos días, hasta completar la investigación, pese a que el arzobispo de Compostela, Julián Barrio, había anunciado su intención de que mañana esta joya se expusiese al público.
Pero el comisario jefe de la unidad de delincuencia especializada y violenta de la Policía indicó que el libro será entregado a la Iglesia compostelana “en breve”, pero, en todo caso, después de que concluyan las diligencias y que para eso necesitan “más tiempo”.
Un documento medieval que en ningún caso se puede atribuir a Calixto II, según explicó a Efe el catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Santiago de Compostela Fernando López Alsina, quien precisó que fue papa entre 1119 hasta su muerte en 1124 y que “hay evidencias internas” de que fue escrito entre 1135 y 1138.
Y mientras, la asociación para la protección del patrimonio histórico Protecturi reclamó que se depuren responsabilidades sobre la supuesta “impericia o negligencia” en la custodia del libro.
Una custodia que se puso en entredicho desde el momento del robo, el 5 de julio de 2011, y de la que hoy también se habló mucho.
Al respecto, el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, planteó al arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio, su disposición a colaborar en la mejora de la custodia de los elementos patrimoniales que se encuentran en la catedral.
Nuñez Feijóo dejó hoy claro que se trata de un patrimonio eclesiástico y que le corresponde a la iglesia “adoptar las decisiones finales, como propietario legítimo de los bienes”, pero manifestó la disposición del Gobierno gallego a ayudar en lo posible una vez que les comuniquen “cuáles son las prioridades y cuál es el plan de seguridad de la catedral”.