Aumenta el rapto de niños de México hacia EEUU
Más menores son sacados del país por uno de sus padres sin permiso del otro.
El 16 de diciembre de 2011 Claudia Rodríguez Vega alistó a sus dos hijos, Gustavo y Octavio, de 5 y 6 años de edad respectivamente, para que pasaran una semana con el papá, Luis Octavio Rodríguez Ramos. Ese día, un viernes bien lo recuerda, empezó el drama de su vida, porque a sus hijos no los ha podido recuperar.
Claudia, de 28 años, y Luis Octavio, de 32, estaban en trámite de divorcio, pero mientras tanto tenían un acuerdo de tiempo de convivencia con los niños firmado ante el DIF (Desarrollo Integral para la Familia), una entidad del gobierno en el estado de Nayarit.
Tres meses después de ese viernes de diciembre, Luis Octavio ya se encontraba en Estados Unidos con sus dos hijos y sin el permiso de la madre.
Desde hace seis meses, Claudia no ha podido ver a sus hijos porque no tiene documentos migratorios, pero ha tenido reportes que sus hijos están en Sacramento, California, viviendo con los abuelos paternos, quienes hasta el día de la huida radicaban en Tequilita, Nayarit.
Desesperada por la situación, Claudia ha recurrido a la justicia mexicana, pero poco la han podido ayudar.
Tras una denuncia por la sustracción ilegal de los menores, una jueza de Nayarit otorgó la custodia a la madre, y aunque se emitió una alerta migratoria, el padre no acató la orden y se los trajo a Estados Unidos.
Claudia asegura que la acción del padre es una venganza por la solicitud de divorcio que ella inició.
Luis Octavio es nacido en Santa Ana, California, y los niños cuentan con la doble ciudadanía, según explicó la angustiada madre que vía telefónica explicó su caso a La Opinión.
Lo que le está pasando a Claudia, explicó el abogado Jesús Arias, experto en derecho internacional privado, es más común de lo que se cree.
Estadísticas del Departamento de Estado señalan que durante el 2011 fueron 361 niños los que entraron al país traídos por alguno de los padres de manera ilegal, en una especie de rapto familiar, mientras que otros 1,367 fueron llevados de Estados Unidos a otro país, el 34% hacia México.
“Pero hay muchos casos más que no son reportados, estamos hablando de miles que cada año son sustraídos ilegalmente por el papá o la mamá”, consideró el abogado Arias.
Para evitar que alguno de los padres tome decisiones unilaterales y retenga a los hijos o los separe de la otra parte, indicó Arias, existe la Convención de La Haya en aspectos civiles de la sustracción ilícita de menores.”Es un tratado internacional que obliga a que el niño regrese a donde era residente habitual”, explicó. “De acuerdo con las leyes internacionales, el niño tiene que regresar a Estados Unidos aunque no tenga papeles y queda a discreción de las autoridades migratorias, y también obliga a regresar a los niños a México aún cuando hayan nacido en Estados Unidos”.
Este tipo de casos, dijo el especialista en derecho binacional, son más comunes de lo que parecen y cada año incrementan por el fenómeno migratorio, deportaciones y separación de familias.
Recordó el caso de una señora de Simi Valley, en el norte del condado de Los Ángeles, que recurrió a un curandero para que le hiciera un hechizo y que sus hijas pudieran regresar a Estados Unidos luego de que el papá se las llevó a México.
El brujo la citó en un hotel donde abusó sexualmente de ella como parte del supuesto rito.
En el caso de Claudia, que es uno de los más típicos que se presentan, según explicó el abogado Arias, se tienen que abrir un caso en una corte de California para que se ordene al padre a regresar a los niños a México.”Porque de nada le sirve a la señora tener en la mano una orden de un juez que le da la custodia, porque esa orden no vale en Estados Unidos”, mencionó.
“Lo que se tiene que hacer, es que con esa orden, abrir un caso en base a la Convención de La Haya y se haga la petición formal de restitución de los menores”.
La apertura de este tipo de casos deben hacerse en un plazo no mayor de un año.
De todos los casos que se registran, estimó el abogado, menos del 10% logran llegar a feliz término y que los niños regresen a su lugar de origen, ya que los abogados que no recurren a ese tratado internacional existente.