Indígenas dan abucheos a Santos
Un niño muerto y 15 heridos en incidentes de región del Cauca
BOGOTÁ, Colombia (EFE).- Decenas de indígenas colombianos recibieron ayer con abucheos al presidente Juan Manuel Santos en una localidad del Cauca, donde le reclamaron la retirada de las fuerzas de seguridad de esa convulsa región, agobiada desde la semana pasada por ataques guerrilleros y bombardeos del Ejército.
Un niño muerto y quince personas heridas es el resultado provisional de esos incidentes en el suroccidente de Colombia, donde la alarmante inseguridad llevó a Santos a celebrar hoy en la localidad de Toribío, una de las más afectadas por la violencia, un consejo de ministros.
“No queremos más ejército ni más guerrilla acá”, expresó el líder indígena Carlos Andrés Alfonso en declaraciones a Efe desde Toribío, donde esta mañana Santos fue recibido con abucheos de los indígenas que viven en medio del fuego cruzado.
La llegada del presidente colombiano a Toribío se produjo cuando aun prosigue una gran operación contra posiciones de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que llevan a cabo helicópteros militares, con bombardeos incluidos.
Santos se reunió a puerta cerrada con sus ministros para analizar la situación en esta zona de Colombia, con población mayoritariamente indígena.
Alfonso explicó a Efe que la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (Acín) y el Consejo Regional Indígena del Cauca (Cric) tenían previsto transmitirle su exigencia a Santos en una reunión que habían solicitado, pero que fue denegada.
A cambio, el Ejecutivo ofreció a los nativos continuar los contactos con funcionarios de rango medio, lo que no aceptaron, agregó Alfonso, uno de los consejeros de la Acín.
El líder indígena recalcó que, por mandato constitucional, los pueblos aborígenes son autónomos y tienen el derecho de ejercer el control en sus territorios.
La minoría étnica ejerce este control con la llamada Guardia Indígena, cuyos miembros llevan como arma un bastón de madera y que hace parte de un proyecto propio de vida del pueblo Paez o Nasa, que ha sido reconocido por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
“Tenemos la plena legitimidad para ejercer el control territorial”, anunció el consejero de la Acín, quien advirtió de que este cuerpo de seguridad continuará con el desmonte de puestos y campamentos militares y policiales, y con la destrucción de barricadas.
Y es que en los últimos días, los aborígenes comenzaron a desmontar los puestos de las fuerzas de seguridad del Estado en Toribío y anunciaron su intención de adentrarse en la selva para destruir los campamentos de las FARC.
“Seguiremos haciendo el control territorial sin pedirle permiso a nadie”, insistió Alfonso, al indicar que el objetivo de los nativos es “vivir en paz y ser un ejemplo de convivencia”.