En defensa de una madre
Líderes comunitarios salen en defensa de Juana Reyes, que enfrenta la deportación
SACRAMENTO.- Juana Reyes regresó ayer al estacionamiento del supermercado Walmart de la calle Florín, el mismo lugar donde vendió tamales por más de dos años y fue arrestada por los agentes del sheriff el mes pasado.
Un arresto de 13 días que la puso al borde de perder a sus dos hijos que son ciudadanos estadounidenses, César de 10 años y Monserrat de 7; y a un paso de la deportación.
Pero esta vez Reyes, una inmigrante mexicana con más de 20 años en este país, no venía sola sino acompañada de un grupo de líderes y miembros de la comunidad que pidieron en público un alto a su deportación.
El día del arresto, Reyes dice que uno de los guardias de seguridad le dijo que no debía estar vendiendo en el lugar. “Yo me fui pero regresé más tarde cuando vi que había otros vendedores ahí”, dijo la mujer. Los mismos guardias habrían llamado a las autoridades.
Para ser liberada debió pagar una fianza de 1,500 dólares que su familia logró juntar.
“Reyes no tiene antecedentes criminales, nunca ha sido deportada”, clamó su abogada Julia Vera.
Alvaro Reyes, líder comunitario consideró la detención de Reyes como un acto de discriminación que no se puede tolerar. “Ella no es una criminal”, urgió.
Reyes fue detenida el mismo día que el Senado de California apoyaba el proyecto de ley AB1081 llamado Acta de Confianza.
La portavoz de ICE, Virginia Kice dijo que Reyes fue identificada en junio como un inmigrante indocumentada durante una revisión de rutina en la cárcel de Sacramento por los oficiales asignados al programa de inmigrantes indocumentados criminales (CAP) de ICE.
“En este momento, los abogados de ICE están revisando el caso de la señora Reyes para determinar cómo la agencia debe proceder”.
Según Kice, Juana Reyes no fue identificada como resultado de Comunidades Seguras.
Dianna Gee, portavoz de Walmart, dijo que ellos no participaron directamente en la detención de Juana Reyes sino que fue una compañía de seguridad que ellos contratan la que llamó a la policía.
“Por largo tiempo hemos mantenido una política de no permitir vendedores afuera de nuestras tiendas para que los compradores tengan una experiencia de compra placentera; y sólo damos permiso a las organizaciones comunitarias no lucrativas de hacer colectas”, señaló. Agregó que Walmart no tiene nada que ver con el reporte que se hizo de Juana Reyes a las autoridades de migración.