Inicia la conferencia internacional del SIDA
Persisten en América Latina los casos de discriminación a portadores del virus
WASHINGTON, D.C.- América Latina está retrasada cuando se habla de VIH y SIDA. Pero no en cuanto a tratamientos y manejo de la enfermedad, sino en la discriminación que enfrentan poblaciones en riesgo, por parte de los mismos servicios de salud. Así lo aseguran altos funcionarios de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), quienes participarán en la XIX Conferencia Internacional del Sida que da inicio hoy día en esta ciudad.
Este evento es el más importante a nivel mundial y participan más de 20,000 delegados de 200 países y más de 2,000 periodistas.
Cientos de doctores, científicos, activistas y expertos en VIH/SIDA, se darán cita, desde hoy y hasta el 27 de julio, para discutir los últimos avances en la prevención y tratamiento de la enfermedad.
El doctor Rafael Mazim, asesor en jefe en VIH y Hepatitis en la OPS, en América Latina, al menos, se debe luchar con un problema que no tiene que ver con células, infecciones, ni manejo de medicamentos, sino con un dilema social.
“En la región todavía existen prácticas sociales y culturales que limitan los esfuerzos de prevención y tratamiento. Estas se relacionan con el estigma, discriminación y homofobia”, explicó a La Opinión.
“Especialmente para la población transgénero, en muchos lugares aún persiste el maltrato y discriminación, por parte de proveedores de servicios de salud. Eses es un desafío enorme para todos nosotros y un motivo de gran preocupación”.
“Como consecuencia de la realidad que enfrentan, este grupo posee una gran carga de enfermedad, no sólo relacionada con VIH, sino también con otros padecimientos de transmisión sexual, como hepatitis B. Esto además de estrés por violencia y maltrato”, agregó.
De acuerdo a Mazim, otro de los problemas importantes en América Latina es la utilización de fármacos que poseen efectos colaterales tóxicos. “El beneficio que ofrecen queda pálido, al lado de todos los daños que producen”. En este sentido, la recomendación de la OPS es que se descontinúen y optimicen los tratamientos.
Por otra parte, la multiplicidad de esquemas de fármacos, también complica el panorama en la región. “Esto encarece el manejo de la enfermedad, pero también, aumenta las probabilidades de que se desarrollen resistencias de los virus a determinados medicamentos. Nosotros promovemos la optimización de tratamientos. Esto significa remover drogas tóxicas, buscar unificación de esquemas. Al hacer esto se logra abatir costos”, dijo el experto.
Dentro de las buenas noticias, para América Latina, uno de los mayores avances ha sido un crecimiento más lento de la epidemia. Un hecho que Mazim atribuye al mayor acceso a medicamentos, una evolución tardía de la enfermedad y mayores medidas de prevención.
Dentro de la región, el experto de la OPS, habló de Brasil como uno de los mejores ejemplos en la prevención y manejo de la enfermedad. “Diversos países en América Latina tienen experiencias muy diferentes, con diversas estrategias para prevenir y tratar la enfermedad. Pero en Brasil el trabajo de prevención es muy adecuado. Existe acceso universal a tratamientos. El acceso de poblaciones de mayor riesgo es de muy buena calidad, entonces se tiende a mirar hacia la experiencia brasileña como una buena práctica”.
Uno de los temas más polémicos, que se espera se trate en la XIX Conferencia Internacional del Sida, es el uso de medicamentos antes que ocurra la exposición al virus.
En este sentido la comunidad científica y médica está dividida. Aunque existen resultados promisorios respecto a este tipo de medicamentos, también hay preocupación respecto a qué efectos tendrán en otras prácticas de prevención, como el sexo seguro, además de su costo.
El Centro de Control de Enfermedades (CDC) estima que un 20% de los nuevos contagios, con el virus VIH, son hispanos. Cada año hay 56,300 nuevas infecciones en Estados Unidos.
En el futuro el panorama no se ve muy positivo, ya que las estadísticas indican que al menos 1 de cada 36 hispanos y una de cada 106 latinas serán diagnosticadas con VIH, en algún momento de sus vidas.