La edad a su favor
Dolph Lundgren habla de The Expendables 2, donde comparte cartel con Sylvester Stallone, Arnold Schwarzenegger, Bruce Willis, Jason Statham y Chuck Norris
Todo aquel que añore el cine de acción de los años 80 vivió una de las experiencias más entrañables cuando Sylvester Stallone estrenó hace dos años The Expendables, cinta en la que unió en la pantalla a estrellas de aquella década como Bruce Willis, Arnold Schwarzenegger, Mickey Rourke y Dolph Lundgren.
El filme -que costó 80 millones de dólares- terminó recaudando 245 millones alrededor del mundo, demostrando que las audiencias estaban ansiosas de redescubrir a aquellos ídolos que protagonizaron sagas del género como Terminator, Rambo, Die Hard o Rocky.
Por supuesto, tal éxito fue razón más que suficiente para poner en marcha The Expendables 2, con más estrellas -ahora se les une Jean-Claude Van Damme y Chuck Norris (además de los más contemporáneos Jason Statham, Jet Li y Randy Couture, que ya participaron en la entrega previa)-, más dinero (alrededor de 100 millones de dólares) y un nuevo director (Stallone, que realizó la primera parte, ha sido sustituido por Simon West, cineasta especializado en el género de acción como demuestran las cintas Con Air, Lara Croft: Tomb Raider y The Mechanic).
Por supuesto, el estreno de The Expendables 2 -que tiene lugar mañana en cines de todo el país-, se ha visto afectado por la trágica noticia de la muerte del hijo de su principal impulsor, Stallone. Sage, de 36 años, fue encontrado muerto en su casa del Valle de San Fernando el pasado 13 de julio.
En un evento de promoción reciente, Dolph Lundgren -la estrella de títulos como Masters of the Universe, Universal Soldier y Johnny Mnemonic? recordó a su compañero de reparto. “Él sabe que estamos pensando en él. Nos conoce. Sabe que estamos rezando por él. Pero, ¿qué más se puede hacer? Yo tengo dos hijos. Todo lo que uno puede hacer es abrazarlos y agradecer a Dios que eso no te haya pasado a ti”.
Lundgren, que nació en Estocolmo hace 54 años, formó parte de la generación europea de estrellas del cine de acción junto a Jean-Claude Van Damme. Un cambio de carrera considerable si se tiene en cuenta que se graduó en Ingeniería Química por la Universidad de Sydney, en Australia (fue el mejor de su clase). Además, es cinturón negro de karate, deporte del que fue campeón europeo a principios de los años 80.
Pero durante un breve empleo como guardaespaldas de la cantante Grace Jones, los dos se mudaron a Nueva York, donde trabajó de modelo y terminó haciéndose con un breve papel en la cinta de James Bond, A View to a Kill, que Jones co-protagonizó con Roger Moore.
Desde entonces, Lundgren ha intervenido en películas como Red Scorpion, The Punisher o Men of War, y ha dirigido seis largometrajes.
El actor conversó con La Vibra acerca de The Expendables 2.
Tu personaje en la serie, Gunner Jensen, ha cambiado bastante con respecto a la primera parte… ¿Fuiste tú quien inició el cambio o estaba en el guión?
Los dos. Estaba en el guión, pero hubo cambios después de hablar con Sly [Sylvester Stallone] y el director Simon West… La primera versión del guión no me satisfizo. Y al leer la segunda, dije que no quería hacerla. Quería algo más similar a la primera parte. No lo mismo… pero similar. [Hicimos] a mi personaje alguien mucho más divertido.
¿Te permitió improvisar?
Mucho. Stallone es el guionista, pero siempre está dispuesto a cambiar cosas y no le importa reescribir [diálogos] al instante. La versión final del filme es mucho más divertida que el guión con el que empezamos a rodar.
West es el nuevo en el equipo. ¿Cuál fue su influencia? Porque la película luce mucho más sofisticada que la primera parte.
El estilo visual de Simon es distinto. Todo es mucho más espectacular. Con Stallone todo fue más sobre el viaje interior de los personajes. La primera parte era más acerca del personaje de Mickey Rourke, cómo su personaje se sentía rechazado por el resto… Con Simon todo es acerca de la acción… y en esta [entrega] hay más sentido del humor.
Y más dinero…
Sí. La rodamos en Bulgaria, donde es más barato. El presupuesto no fue mucho mayor, pero allí puedes aprovecharlo mucho más.
Hay más carisma en un plano de ‘The Expendables 2’ que en la mayoría de películas de acción reciente con actores más jóvenes…
[risas] Gracias. No sé lo que es… La cámara quizás graba nuestras personalidades: somos gente real, hombres de verdad… Las estrellas de antaño como Burt Lancaster o Clint Eastwood, tenían ese carisma, eran reales.
Pero como miembro de la audiencia, me da la sensación de que en el cine moderno hay demasiadas ‘caras bonitas’. Todo el mundo luce igual… En ‘The Expendables 2’ hay variedad.
[risas] Es cierto. [Se piensa la respuesta] Mis actores favoritos, como Charles Bronson, no tenían caras bonitas: tenían personalidad y eran reales. Eran tipos duros. Eso es lo que tenemos en The Expendables [2]. En Hollywood hay gente lista, de eso estoy seguro, y creo que al final las cosas cambiarán, con estrellas que tienen un aspecto real.
Hollywood quizás debe darse cuenta que la edad no es un problema, es una ventaja.
Lo que pasa es que la gente joven es la que va al cine. Es el mayor demográfico. Pero en algún momento, se llega a una situación que no es realista. Niños de 25 años no pueden ser los [héroes] de la función. La generación de Facebook no puede pilotar un jet o comandar un pelotón [risas]. Eso no pasa en la vida real. Antes el héroe era Clint Eastwood, ahora es un jovencito. No son hombres. Eso no puede ser. En The Expendables somos más viejos… bastante más viejos [risas]. La realidad quizás esté en medio.
‘The Expendables 2’ es muy violenta. Para los fans del género como yo, es un placer ver una película que no tiene miedo a ser extrema en su violencia. ¿Por qué eso es tan inusual en el cine hoy filmes tan extremos?
No sé lo que es… Hemos retrocedido en cierta forma. Cuando era joven, me gustaban esas películas violentas: si Clint [Eastwood] mataba a alguien, era violento. Se veía real. Ahora todo es más políticamente correcto. El cine es arte y hay que ir más allá. No hay que censuran el arte. Es un error.